El diputado venezolano Ismael León, arrestado el pasado martes tras reunirse con el resto de legisladores y antes de acudir a una sesión callejera del Parlamento, fue transferido este jueves a su casa para ser sometido a arresto domiciliario, informó su partido, Voluntad Popular (VP).
«Al diputado Ismael León le otorgaron casa por cárcel. En breve sus abogados ofrecerán declaraciones», escribió en un escueto mensaje en su cuenta de Twitter VP, partido que lidera el opositor Leopoldo López.
En un primer mensaje, la formación había anunciado la excarcelación bajo «libertad condicional» de León y su asistente, Alexander Matos, pero minutos más tarde corrigió la información sin aportar detalles sobre el destino de Matos.
Fuentes de la familia de León confirmaron a Efe que el diputado está en su casa y se encuentra en buen estado de salud, si bien no podrá hablar con los medios.
En una declaración paralela, el abogado Joel García denunciaba a las puertas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que le habían impedido el derecho a la defensa al legislador, que todavía seguía sin poder comunicarse con su defensa o familiares.
El jurista criticó que hayan presentado a León «de madrugada», pues consideró que la juez del caso esperó que los defensores se retiraran del juzgado para proceder a la audiencia con defensores públicos, asignados por el mismo tribunal.
Asimismo, negó un supuesto allanamiento a la casa del diputado, en el sur de Caracas, y explicó que la presencia de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en ese lugar se debe al traslado del diputado hacia su residencia.
García remarcó que no conoce los delitos que le imputaron a su cliente ni las supuestas medidas cautelares que le dictó el tribunal antes de ordenar el arresto domiciliario.
La oposición venezolana había denunciado que León tiene problemas de cardiopatía por lo que temían que su arresto significara un riesgo para su salud y, en vista de ello, responsabilizaron al Ejecutivo de Nicolás Maduro.
El pasado 23 de diciembre, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, incluyó a León y al también diputado de Voluntad Popular Gilber Caro (que sigue detenido), así como a los parlamentarios suplentes Janet Fermín y Fernando Orozco, todos militantes de VP, en un plan para «asaltar unidades militares».