Este domingo el presidente de la República, Nicolás Maduro, dijo que pediría el apoyo de la iglesia católica para que prestarán parte de sus iglesias y conventos para atender a los pacientes con COVID-19, esto ante el aumento desproporcionado que ha tenido el número de personas contagiadas en el país durante las últimas semanas.
“¿Algunos de estos prelados que critican al padre Numa, prestarán las instalaciones de sus iglesias, de sus conventos, para ingresar personas con coronavirus para su tratamiento? Ojalá prestaran sus instalaciones para ingresar gente que viene del extranjero, connacionales, para darle trato cristiano, solidaridad, para darle el pan al que lo necesite”, apuntó Maduro.
Sobre la propuesta, el arzobispo emérito de Coro, monseñor Roberto Lückert León, expresó rotundamente su rechazo y dijo que en primera instancia esas situaciones de emergencia con los pacientes, se las deberían dejar a los centros hospitalarios y sedes militares, pues la iglesia -según él- debería ayudar sólo cuando la pandemia «se ponga más grave y no haya dónde meterlos».
«¿Cómo va a meter en las iglesias a los enfermos? En caso de que esto se ponga más grave y no haya donde meterlos, tendremos que ofertar las iglesias para que los metan, pero en este momento no», dijo en declaraciones telefónicas al portal Noticiero Digital.
Según Lückert, el presidente Nicolás Maduro al hacer la petición uso un lenguaje y un estilo que no es de su agrado.
«Pareciera, por el estilo y lenguaje, que lo quiere hacer a la fuerza y se va a meter en un problema grave porque será la Iglesia la que le va a responder a él”, amenazó el monseñor.
“Maduro tendría que hablar con la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a ver qué le dicen, porque si se va a meter a la fuerza en una Iglesia, está jugando con candela. No solamente con la Iglesia, sino con el pueblo, porque va a alborotar a toda la gente», subrayó.
Sin embargo, el dirigente de la iglesia católica asegura que la mejor vía para concretar una ayuda es dialogando.
“No tendríamos que llegar a eso. Maduro y su equipo deben hablar con la CEV y hasta la misma (sede de la) CEV la pueden utilizar”, precisó.
Monseñor Lückert insistió en que una acción arbitraria acarrearía alboroto. “La gente no va a permitir que un santuario, como el de la Iglesia de la Coromoto, porque le da la gana a Maduro, porque es el rey absoluto; lo tomen. No. Hay una democracia, donde se conversa y se llega a soluciones comunes; pero a lo bravo no. Imposible”.
“La Iglesia está dispuesta a valorar eso y si hay que poner a disposición del pueblo un templo, con mucho gusto se hace, pero que se converse. A lo bravo no, porque supuestamente estamos en democracia y tenemos derecho a dialogar. ¿Pero porque él es gobierno él va a hacer lo que le da la gana? No”, recalcó el clérigo como tratando de asegurae que Maduro lo quiere hacer a la fuerza, cuando en realidad fue una petición de colaboración.
En la entrevista el católico dijo -contradiciéndose- que lo más probable es que, de llegar a colaborar con pacientes enfermos, dispongan los salones parroquiales que son utilizados para celebrar reuniones.
“De parte de la iglesia no hay ninguna oposición. Las parroquias tienen salones parroquiales amplios, con baños, y yo creo que por parte de las iglesias no habrá ningún inconveniente en prestarlos para poder tener allí enfermos. Ahora que estamos en esta crisis y yo estoy de acuerdo con que se den los salones de reuniones, pero la iglesia no. ¡Por favor! ¿Qué pretende él? ¿Por qué no va a la Escuela de Tenientes o a la Escuela de Oficiales y la convierte en hospitales? El problema no es lo local, el problema es que no se ocuparon de la salud durante 20 años y ahora con la pandemia los agarró desnudos”.
Según el líder eclesiástico, la petición de Maduro no tiene fines humanitarios sino que demuestra «la carencia que tiene el gobierno de poder atender a los enfermos» en medio de una pandemia.
«Aquí en Coro hay más de 200 enfermeras que se fueron. De tres anestesiólogos que teníamos se fueron dos. Y después de la pandemia, ahora estamos de manos arriba (…) Maduro y su equipo tienen que hacer una revisión del abandono del sector de la salud. Los médicos de los hospitales tienen que hacer milagros para atender a los enfermos y no solo en la pandemia, es verbigracia. Lo que parece es que quieren tomar el templo. Pero es imposible, ¿cómo vas a convertir los templos en hospitales? Estoy hablando por las parroquias, que tiene salones de reuniones”, apuntó.