Detenido expresidente de Bariven como parte de la trama de corrupción PDVSA-Cripto

La Policía Nacional Contra la Corrupción detuvo al coronel del Ejército, Oscar Albin Dávila Rondón, expresidente de Bariven, filial de Petróleos de Venezuela y expresidente de Pdvsa industrial, según reportes extraoficiales. Su detención se produce en medio de la purga anticorrupción que ejecuta el Gobierno desde mediados de marzo.

De acuerdo con los reportes no oficiales, Dávila tenía orden de aprehensión desde el 27 de abril, según boleta emitida por Tribunal Especial 2° contra Terrorismo.

Dávila Rondón es compañero de promoción del también coronel Antonio Pérez Suárez (vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Pdvsa), igualmente detenido y quien es considerado por el Ministerio Público como el jefe de una mafia que operaba desde la estatal petrolera. Según las investigaciones, se produjo un desfalco al Estado con la venta de crudo en el mercado internacional y cuyos dólares no ingresaron a la Tesorería Nacional.

En un documento publicado en su cuenta de Twitter por el periodista de Últimas Noticias, Eligio Rojas, se precisó que el coronel Dávila Rondón era solicitado por traición a la patria, apropiación o distracción del patrimonio público, evasión de procedimientos, concierto para la celebración de contrato, legitimación de capitales, y asociación para delinquir.

En la resolución número 020 de fecha 6 de noviembre de 2019, Dávila también fue designado como presidente de la Corporación Socialista del Sector Automotor. El nombramiento fue publicado en la Gaceta Oficial 41.754 de esa misma fecha. También ejerció funciones como presidente de la Junta Administradora Temporal de la Empresa Vidrios Venezolanos Extras.

Desde 2010 se hicieron públicos varios casos de corrupción que involucra a la filial, se recuerda en el portal Poderopedia. El último ocurrió en 2013, cuando se determinó que Bariven compró 381 vehículos al doble del precio real y con un año de vencimiento.

Ya en 2010 había comprado con sobreprecio 17 unidades de generación eléctrica durante la crisis de ese año. Con las unidades se fabricarían plantas para que Pdvsa no dependiera del Sistema Eléctrico Nacional. En 2007, después de decretada la emergencia alimentaria, Bariven fue la encargada de importar alimentos.

Para entonces se gastaron más de 2 mil millones de dólares en la adquisición de un millón de toneladas de comida. De esa cantidad solo se entregó 14 % porque el resto la hallaron podrida en unos contenedores de Puerto Cabello, Valencia y Tinaquillo.