Desaparecieron los huevos

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Tras el anuncio del vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, de regular el precio del cartón de 30 huevos en 420 bolívares, los guayaneses se volcaron a los supermercados a intentar comprar el producto.

El cartón se vendía en los mercados de Ciudad Guayana a precios que oscilaban entre los 1.050 y los 1.400 bolívares, luego de ascender vertiginosamente desde el mes de enero de este año cuando marcaba alrededor de 250 bolívares.

Los ciudadanos acudieron a los expendios de víveres alegando que “todos los productos que se regulan desaparecen, así que venimos a comprarlos antes de que se acaben”, por lo que tomaron dos, tres o más cartones completos para llevarlos a sus casas.

 

Llegó la SUNDEE

Mientras los compradores llenaban sus carritos de huevos o hacían la cola para pagar en caja, funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDEE) e “inspectores populares” llegaron a varios supermercados de Puerto Ordaz y San Félix para hacer cumplir el anuncio del vicepresidente Arreaza.

En un expendio propiedad de ciudadanos chinos ubicado en el Centro Cívico de Puerto Ordaz,  el ingreso de los fiscalizadores estuvo acompañado de la restricción a la compra de solo “un cartón por persona”, haciendo que quienes llevaban más tuvieran que dejarlos, pero con la “felicidad” de que ahora el costo que deberían pagar no sería 1.050 bolívares sino de apenas 420.

Al  ver esto trabajadores asiáticos del establecimiento quisieron guardar los pocos cartones que quedaban, pero una funcionaria de la SUNDEE  se dio cuenta y les exigió sacar los huevos que estaban “escondiendo”.

La medida fue aplaudida por varios compradores, al parecer simpatizantes del presidente Nicolás Maduro, quienes comenzaron a gritar improperios contra los comerciantes chinos, acusándolos de especuladores y diciéndoles entre otras cosas “váyanse de Venezuela porque aquí estorban”, aunque el Jefe de Estado viaja constantemente a China para pedir dinero prestado a cambio de petróleo, oro y demás recursos naturales de Venezuela.

En un momento los gritos de los maduristas se tornaron aún más agresivos contra quienes se atrevieron a indicar que el precio regulado no cubre los costos de producción de un cartón de huevos, a lo que contestaron con insultos y un “págalo caro pues”, que no llegó a los golpes gracias a la intervención de los miembros de la SUNDEE, quienes exhortaron a los alterados a bajar la voz y comprar en paz sus huevos “a precio de gallina flaca”.

 

Precio de quiebra

Un productor de huevos quien pidió no revelar su nombre aseguró que el precio de 420 bolívares impuesto por el gobierno no cubre ni siquiera el costo de producción.

“Yo tengo 300 gallinas ponedoras que se comen un saco diario de alimento, ese saco costaba 4500 bolívares hace 15 días, no sé a cuánto está ahora porque siempre viene a precio nuevo”.

“Esto significa que semanalmente nada más en alimento para las gallinas debo invertir 31.500 bolívares, y así tener una producción promedio de 270 huevos diarios, porque no todas las 300 gallinas ponen siempre”, expuso.

 

Esto significa que su producción diaria es de nueve cartones de 30 huevos cada uno, totalizando 63 cartones semanales que hasta ese momento requieren una inversión de 500 bolívares por cartón, “siempre y cuando se consigan alimentos de buena calidad para las gallinas”.

Sobre este punto comentó que la escasez también llega a los insumos para la industria avícola, pues el suministro del alimento de gallinas es irregular, y cuando no lo encuentran y les cambian la dieta esto se traduce en que pongan menos o se enfermen.

“Entonces hay que invertir en vitaminas y tratamientos por varios días para que la gallina mejore su condición de salud y vuelva a poner”, acotó.

Adicional a los 500 bolívares que cuesta producir los 30 huevos de un cartón siempre y cuando se compre el alimento correcto, se suma el costo de las vitaminas, el personal, el empaque donde serán colocados los huevos y la infraestructura de la granja.

“Luego de eso hay que agregar también el valor del almacenamiento que se hace en un espacio con aire acondicionado para evitar que se dañen rápidamente, y después el pago del transporte, con lo que colocar un cartón de huevos en un supermercado termina costando aproximadamente entre 900 y mil bolívares, a partir de los cuales hay que añadir la ganancia mía y la del vendedor final”, detalló.

Por tal motivo el productor subrayó que el precio de 420 bolívares no se corresponde con la estructura de costos que necesita cubrir para mantener y aumentar la producción de huevos, de modo que con esta regulación  “nos están quebrando”.

Finalmente fue consultado uno de los vendedores del producto recién regulado, que tampoco quiso que su nombre fuera publicado,  y reveló que su ganancia suele ser de entre 100 y 200 bolívares por cada cartón, pero que tras ser obligado por la SUNDEE a vender a 420 bolívares la mercancía que adquirió a 950, sufrió una importante pérdida económica  que le impedirá seguir ofreciendo los huevos a los consumidores a menos que se los distribuyan a menor precio.

 

No hay

En un recorrido realizado por varios supermercados de San Félix y Puerto Ordaz se observó que tras la venta fiscalizada por la SUNDEE que generó importantes colas de compradores, los mercados y supermercados del municipio Caroní agotaron sus inventarios de huevos, desconociéndose cuándo serán surtidos nuevamente para poder ofrecerlos a 420 bolívares el cartón.

Se le acaban las opciones de comer proteínas a los venezolanos, pues a la desaparición de los huevos, la carne y el pollo a precios regulados, se le suma el alto costo de los granos, el pescado y el atún enlatado, víveres que ahora están prácticamente prohibidos en las mesas de quienes dependen de un salario.

 

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SN