En una entrevista con el periodista venezolano José Vicente Rangel, en su programa José Vicente Hoy, transmitido por Televen, Rodríguez manifestó que los planes de la oposición son “proyectos fracasados”, conducidos por Estados Unidos, Perú y Colombia.
“La oposición venezolana es un desastre. Hemos llegado a unos niveles tan indignos como que a un dirigente político venezolano lo dirijan desde Lima o Washington (…) Un señor desde Bogotá le dice a un diputado que hacer y decir y eso es una vergüenza internacional“, aseveró.
Posteriormente, Rodríguez afirmó que la oposición venezolana “no tiene futuro”. “Los partidos que levantaron la bandera de EE. UU. como Voluntad Popular y Primero Justicia, hoy ni siquiera son partidos, no pudieron validarse en el último proceso electoral, lo cual le demuestra a ellos que es una política que no tiene futuro (…) A ellos no les queda otra cosa que estrellarse todos los días con esa pared que levantaron para no tener un diálogo político”, dijo.
Luego, al ser preguntada sobre la actitud que ha tomado el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guiadó, en contra del jefe de Estado venezolano, la titular de la cartera lo calificó de “lacayo”.
“La derecha extremista venezolana lleva todos los días a sus seguidores al fracaso, siempre tiene una fecha que para ellos es el fin de Venezuela (…) siguen repitiendo los mismos guiones y se sirven de los mismos lacayos nacionales para atentar contra los intereses de Venezuela, para atentar contra los intereses de la población venezolana”, indicó.
“Una persona que se cree presidente porque gobierna desde un carro, obviamente no está en sus cabales, está viviendo su propia realidad que no es la realidad del país (…) Mientras sus objetivos son destruir al país, los principales objetivos de nuestro presidente Maduro son defender y preservar la paz, la estabilidad y la tranquilidad de la República”, agregó Rodríguez.
La vicepresidenta concluyó en que “los planes de la oposición parecen de Pinky y Cerebro” y que, a la “derecha extremista” solo los une el odio por el socialismo, el odio al ex presidente fallecido Hugo Chávez y, a la rabia “clasista” hacía Nicolás Maduro.