El Consejo Municipal de la Unidad de Gestión de Riesgo de Maicao facultó al alcalde de esta población Eurípides Pulido Rodríguez para declarar la calamidad pública y pueda obtener los recursos necesarios con el fin de atender la crisis que vive la frontera por la deportación masiva de colombianos y la llegada voluntaria de otros.
“Estamos haciendo el análisis jurídico para tomar la decisión, pero apoyados en la ruta que se determinó con todas las entidades involucradas para atender a todos los colombianos que llegan del vecino país”, aseguró el mandatario.
Destacó que se apoyará en los lineamientos establecidos por el Gobierno Nacional para darle ayuda adicional a quienes así lo requieran, luego de que laRed Unidos y Migración Colombia hayan hecho las verificaciones de los posibles beneficiarios.
Continúa el éxodo
Este martes en la mañana llegaron a la oficina de Migración Colombia enParaguachón,cuatro deportados más de Venezuela, todos hombres, para completar un total de 207 ciudadanos colombianos que han sido deportados hasta el momento por este paso fronterizo.
De esta cifra, 154 son hombres, 32 mujeres y 21 menores de edad que ya han recibido ayuda humanitaria por parte de las autoridades y los organismos de socorro en Maicao. Según se informó, todas las personas han sido trasladadas a sus lugares de origen.
Quienes se vienen voluntariamente por Paraguachón llegan con la esperanza de empezar una nueva vida en su tierra natal.
“Esta es mi tierra, Colombia”, fue la primera frase que expresó Nilson Rivera cuando pasó el puesto de control venezolano y llegó al sector de La Raya, en Paraguachón, con gran parte de los enseres que tenía en su casa en Maracaibo.
Este ciudadano colombiano estaba desde 1992 en Venezuela, sin embargo dice que la crisis y la escasez de alimentos hicieron que tomara la decisión de regresarse junto a su familia.
“Me vine yo primero y luego viene mi esposa y mis tres hijos cuando ya me ubique, también van a venir mis primos y mis hermanos con sus familias”, indicó mientras acomodaba los electrodomésticos.
Dice que aunque por el barrio donde vivía nunca hubo operativos para buscar colombianos y no se enteró que por Paraguachón había deportados, se vino porque siente que ya no podía tener la vida que quería junto a su familia
Después de ajustar bien cada una de las cosas que traía, las cuales había comprado durante estos 23 años en el vecino país, reinició su camino en otro vehículo que lo llevaría a su tierra natal Sincelejo.
63 familias en Santa Marta
A Santa Marta han llegado 63 familias, la mayoría huyendo de Venezuela ante el anuncio de un posible cierre de la frontera con La Guajira. La Defensora del Pueblo, Jenny Sánchez Anaya (foto), reportó que solo tres han sido deportadas.
De acuerdo con la información entregada por la Secretaría de Gobierno Distrital, los repatriados se encuentran viviendo en casas de familiares.
Un caso particular es el de Deivis Álvarez y su mujer Leonela Gutiérrez, quienes afirman haber dejado el vecino país (vivían en Los Teques, Estado Miranda) debido a las amenazas de muerte de que fueron objeto por la Policía Judicial, a quienes les habrían pagado 2 millones de bolívares.
A Sincelejo llegaron 50
Carlos Cruz, a sus 70 años, dice que ha soportado el peso de dos desplazamientos. “Me fui de Sucre hacia Venezuela, huyéndole a la violencia, y me devolví de Venezuela hacia Sucre, huyéndole a la violencia”, dice.
Desde hace 27 años se radicó en el país vecino, de donde fue sacado porque no tenía papeles.
El caso de Helena Wilchez es similar, con la diferencia de que prefirió salir antes de ser sacada. Desde hace 35 años residía en Venezuela. “Voy a mandarle una carta al presidente Juan Manuel Santos donde le diré que no nos están ayudando, si me toca recoger dinero para viajar a Bogotá lo haré”, dijo.
Según las autoridades, a Sincelejo llegaron 50 familias.