Ana Rosa Mavarez Rivero, de 31 años, falleció en febrero de 2023. Su caso ha servido para que familiares de otros pacientes denuncien la muerte y la estafa de la que fueron víctimas y no descartan la posibilidad de unirse para exigir justicia
En menos de ocho días debería comenzar el juicio contra Alexander Larrochelle, médico que practicó la liposucción a una mujer, quien murió desangrada porque la clínica clandestina no contaba con ambulancia para atender la emergencia. El hecho ocurrió en el centro comercial Marina Plaza de Cumaná, el pasado 25 de febrero.
Larrochelle es señalado por los delitos de homicidio intencional a título de dolo eventual bajo mala praxis médica, estafa agravada continuada, omisión al socorro, intrusismo médico y agavillamiento.
Yo vi morir a mi hija… Esto es terrible… Y para superarlo tienes que tener valor para seguir luchando, porque no es fácil”, asegura Elinor Rivero, madre de Ana Rosa Mavarez Rivero, de 31 años.
Denunció que hubo retrasos en la realización de las audiencias y, ante la falta de información debe pasar continuamente por el tribunal para saber cómo avanza el proceso.
“¿Para qué se vino?”
Hace tres años, en medio de la emergencia humanitaria compleja, Ana Rosa decidió emigrar a Europa.
“Ella nos vino a visitar y se operó y que para ponerse bonita… ¿Para qué se vino para acá? Ni siquiera se operó en una clínica y yo me entero de eso en el momento que se fue a operar en ese matadero. Nosotros no pagamos ni firmamos para que me la mataran”, enfatizó la madre.
Aunque reconoció que ha trajinado mucho para seguir el proceso legal, dijo que no descansará hasta que se haga justicia por la muerte de su hija.
“Vi a mi hija ponerse morada, las piernas frías. Me decían que eran los efectos de la anestesia, pero estaba bañada en sangre y no pude salvarla porque tenía el pulmón perforado. Y en ese lugar no se movió nadie a buscar una ambulancia, sino la familia. Por eso es que no pueden tener ese señor libre”, aseveró.
La víctima dejó dos huérfanos de nueve y doce años, pero también era sostén de su familia y en especial de sus dos sobrinos a quienes los abuelos cuidaban.
Ellos están de psicólogo, no soportan la pérdida; en especial el niño que pregunta dónde está el médico que la mató, que quiere verlo para hacerle lo mismo que él le hizo a su mamá. Todos necesitamos terapia”, añadió.
Elinor Rivero no ha contratado un abogado para defender su caso, porque no cuenta con recursos.
“Trabajo en la Corporación de Servicios (Corvisucre), cobro un quince y un último, y lo que me alcanza es para pagar autobús. Mi esposo requiere medicamentos, yo también tengo tensión baja y necesito ayuda psicológica”, dijo.
Otras víctimas
El caso de Ana Mavarez sirvió para que los familiares de otras víctimas la contactaran.
“Me llamó la mamá de una abogado que se operó en Cumaná, pero su familia está en Puerto Ordaz”, explicó.
Se trata de Tomasita Villanueva, una abogada de 28 años, a quien un amigo le recomendó los servicios del médico Larrochelle. La operaron el 8 de mayo de 2018, en una clínica privada de Cumaná.
“Después de la cirugía el médico me recomendó darle líquidos, pero a ella le dolía mucho la garganta. El médico se fue y en vista del malestar en la clínica me dijeron que pagara una noche de hospitalización, pero a las 10:00 p. m. la trasladaron a otra clínica y el RX confirma que tiene la tráquea perforada y se complicó durante 21 días”, relató Coromoto Villanueva, madre de la víctima.
En ese periodo, su hija fue operada dos veces y, al parecer, Larrochelle corrió con parte de los gastos, pero cuando “quiso salir de viaje”, Villanueva lo amenazó con denunciarlo ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas penales y Criminalísticas (Cicpc).
Tomasita permaneció en coma durante 25 días hasta que falleció.
La doctora que la atendió le dijo a mi familia que le quedaban cuatro minutos de vida y logramos trasladarla al hospital, pero falleció y ahora es que me entero que Lachorrelle no es cirujano, sino anestesiólogo”, aseveró.
Coromoto Villanueva aseguró que el caso se denunció ante el Cicpc, pero que lo engavetaron porque ella no podía permanecer en Cumaná por falta de recursos.
“Yo me enteré por IG del caso de Ana Rosa, contacté a la familia, viajé en Cumaná y me entrevisté con el fiscal. Me dijo que me quedara tranquila, que el caso sería retomado y yo vi que el expediente es más grande que una resma de papel”, añadió.
De manera extraoficial se conoció que al menos siete personas fueron estafadas por el Grupo Larrochelle Láser. Habían adelantado el pago de cirugías estéticas y luego del cierre de la clínica clandestina, no les devolvieron el dinero.
Las víctimas y sus familiares no descartan conformar un comité para darle seguimiento y exigir justicia.
Miembros del Colegio de Médicos del estado Sucre que consultados por Crónica.Uno para este trabajo, aunque prefirieron no identificarse, fueron enfáticos al apegarse al juramento hipocrático. Piden que continúe el proceso penal, pero al mismo tiempo consideran que el gremio debe pronunciarse y ser más riguroso para velar por el cumplimiento del ejercicio legal de la medicina.
por Crónica Uno