Más de 30 buques sancionados por EE. UU. que operan en Venezuela también están en riesgo de incautación después de que Washington decomisara el miércoles un superpetrolero que exportaba crudo venezolano.
La incautación fue la primera de un cargamento de petróleo procedente de Venezuela. Asimismo, fue la primera acción conocida de la administración Trump contra un petrolero vinculado a Venezuela desde que ordenó un importante despliegue militar en el Caribe.
Este movimiento estadounidense ha alertado a muchos operadores y agencias navieras. Por ello, están reconsiderando si zarpar de aguas venezolanas en los próximos días, como estaba previsto, revelaron fuentes del sector marítimo a Reuters.
Igualmente, se espera que la incautación de cargamentos de origen venezolano provoque retrasos a corto plazo en las exportaciones. Del mismo modo, podría disuadir a algunos operadores, según analistas.
Las sanciones anteriores contra buques relacionados con Venezuela han provocado que numerosos petroleros cargados permanezcan a la espera durante semanas e incluso meses. Esto, con el propósito de evitar conflictos.
El miércoles, más de 80 buques cargados o a la espera de cargar petróleo se encontraban en aguas venezolanas o cerca de la costa. Esto incluía más de 30 tanqueros bajo sanciones estadounidenses.
La flota fantasma global incluye 1.423 petroleros, de los cuales 921 están sujetos a sanciones estadounidenses, británicas o europeas. Se le llama así a los tanqueros que apagan su transpondedor o disimulan su ubicación para eludir las sanciones.
Contexto de la incautación
El miércoles por la tarde, el presidente Donald Trump reveló que Estados Unidos había interceptado y confiscado un petrolero frente a las costas venezolanas, en medio de un clima de tensión por la creciente presencia aeronaval de Washington en el Caribe, señalada por Caracas como una posible antesala de acciones militares.
“Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un petrolero muy grande, el más grande que se haya incautado”, declaró Trump al iniciar una mesa redonda con empresarios en la Casa Blanca.
El mandatario aseguró que la embarcación fue confiscada “por una muy buena razón”, aunque evitó ofrecer detalles adicionales.
Consultado sobre la propiedad del petrolero, Trump indicó que esa información se dará a conocer “más adelante”.
Posteriormente, el Gobierno de Nicolás Maduro calificó como un “robo descarado” y un “acto de piratería internacional” la confiscación del buque petrolero por parte de Estados Unidos.
Según el comunicado difundido por el canciller Yván Gil en Telegram, “no es la primera vez que (Estados Unidos) lo admite: ya en su campaña de 2024 afirmó abiertamente que su objetivo siempre ha sido quedarse con el petróleo venezolano sin pagar ninguna contraprestación a cambio, dejando claro que la política de agresión contra nuestro país responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”.
El texto señala además que “este nuevo acto criminal se suma al robo de Citgo, importante activo del patrimonio estratégico de todos los venezolanos, arrebatado mediante mecanismos judiciales fraudulentos y al margen de cualquier norma”.
