La Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares, aprobada en primera discusión en la Asamblea Nacional (AN), es peligrosa, por cuanto puede aprovecharse para sacar del juego político a cualquier partido o dirigente venezolano.
La aseveración la hizo este miércoles Bruno Gallo, diputado de Avanzada Progresista ante el Parlamento venezolano, durante su participación en el programa Vladimir a la Carta, conducido por el periodista Vladimir Villegas a través de sus canales digitales.
Gallo expuso que el instrumento legal se presta a cualquier tipo de especulación en un ambiente electoral como el que vive actualmente el país, cuando lo correcto es dar garantías a quienes participan en el proceso y no ponerles una espada de Damocles para vigilarlos.
“Este tipo de leyes, que son profundamente coercitivas, que son un cerco a las libertades individuales y colectivas, son muy preocupantes porque pueden sacar de circulación a algún partido político o dirigente al considerarlos fascistas”, puntualizó.
“Soy absolutamente enemigo de las leyes contra. Soy partidario de las leyes para promover. Si de lo que se trata es de combatir formas políticas que exaltan el racismo, la violencia y la muerte, lo correcto es que en un marco democrático promuevas los valores contrarios a eso, es decir, los valores democráticos, de la solidaridad y de la inclusión”, expuso.
El legislador añadió que, aunque en países como Italia y Alemania hay movimientos neonazis y neofascistas, en Venezuela no ha visto a nadie que se autodefina de esta manera.
Según Gallo, es cierto que a través de las redes sociales ha observado algunas “barbaridades, pero no dejan de ser expresiones individuales y un poco folclóricas”.
Asimismo, expuso que la referida norma legal cierra las vías pacíficas de resolución de conflictos y, lejos de promover la superación de formas autoritarias de pensamiento, lo que hace es promoverlas.
Chavismo y el fascismo
Gallo también dijo que el chavismo puede ser considerado fascista por su consigna Patria, Socialismo o Muerte al exaltar la cultura de la muerte.
Reiteró que lo peligroso es que este tipo de leyes generan una especie de institucionalidad represiva dedicada a perseguir gente por lo que la ley dice.
“Sería terrible que, a partir de esta legislación tan laxa, tan curiosamente ambigua, pudiera generarse una institucionalidad más represiva que la que ya existe en el país”, manifestó.
Expresó que se trata de construir una cultura de paz, de concordia política, de debate, de actuaciones pacíficas y constitucionales en el país.
Autoritarismo
Por otro lado, comentó que las sociedades deben construir sus propios anticuerpos frente al autoritarismo.
“Creo que un problema serio de la política venezolana es que no generó suficientes anticuerpos después de la última dictadura”, añadió, al mismo tiempo invitó a ir hacia la construcción de un ciudadano que rechace toda forma de autoritarismo.