Los dos bombarderos enviados por Rusia el pasado lunes a Venezuela para unos ejercicios de defensa partieron este viernes de retorno a Rusia, informó la Fuerza Armada venezolana.
“Con el despegue de los ‘Cisnes Blancos’ TU160 despedimos a nuestros amigos de la Federación Rusa, con quienes compartimos experiencias”, señaló en su Twitter el Comando de la Defensa Aeroespacial Integral de la Fuerza Armada.
La unidad añadió que los llamados vuelos operativos combinados 2018 apuntan a “la garantía de la paz”.
La información fue publicada junto con un video que muestra el despegue al amanecer de uno de los enormes aviones desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas.
“Gracias a la Federación de Rusia. Seguimos construyendo un equipo productivo y vigoroso de hermandad y cooperación eficaz. Hasta la victoria siempre! Venceremos!”, indicó en la red social el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino López, al confirmar la partida de los bombarderos.
Estas dos aeronaves, además de un avión de transporte An-124 y un avión de pasajeros Il-62, aterrizaron en Maiquetía el lunes, un día después de que el presidente Nicolás Maduro denunciara que Estados Unidos puso en marcha un plan para derrocarlo e incluso asesinarlo. La prensa no tuvo acceso a las maniobras.
El despliegue avivó las tensiones de Caracas con Washington y la vecina Colombia, a la que Maduro acusa, lo mismo que al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de apoyar el supuesto complot de la Casa Blanca.
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, rechazó los ejercicios al acusar a Moscú y Caracas de ser “dos gobiernos corruptos derrochando fondos públicos y reprimiendo la libertad mientras su pueblo sufre”.
Rusia criticó esa declaración como “poco diplomática” e “inaceptable”, y denunció un doble estándar del gobierno de Donald Trump por su “presupuesto militar colosal” en las guerras de Afganistán, Irak y Libia.
Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, tildó los ejercicios de “inamistosos” y pidió al continente “estar alerta”, al tiempo que negó que Bogotá promueva una acción armada para poner fin a la “dictadura” de Maduro.
Las maniobras militares con Rusia se producen a menos de un mes de que el gobernante venezolano asuma para un segundo mandato de seis años, tras ser reelegido en mayo en comicios calificados por la oposición como un fraude y desconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y una docena de países latinoamericanos.