Blackout informativo no funcionó: “Narcoescándalo” embarra a Maduro

“Viste que atraparon a los sobrinos de la Cilia Flores con unos kilos de droga”, comenta un parquero a su compañero en la entrada de un mall en Las Mercedes, Caracas. El tema del momento en el Metro, autobuses y esquinas es la detención de los parientes de la esposa del presidente Nicolás Maduro en Haití por una operación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) al intentar ingresar 800 kilos de cocaína a EEUU, publica Diario Las Américas.

El hervidero en  la calle y las redes sociales contrasta con el silencio de los medios del Estado y la velada mención de diarios y televisoras privadas en un país de cuestionada libertad de prensa. El blackout informativo esta vez no funcionó.

El Gobierno venezolano no ha reaccionado públicamente a la detención de Francisco Flores de Freitas, de 29 años, y Efraín Antonio Campo Flores (30), quienes fueron acusados el jueves 12 en un tribunal federal de Nueva York por tráfico de drogas. Se trata del escándalo por narcotráfico que más duro ha golpeado al chavismo por alcanzar judicialmente a personajes próximos al alto Gobierno. Hasta ahora, había señalamientos contra funcionarios pero no arrestos por comercio ilegal de narcóticos.

Algunos portavoces oficiales han visibilizado tímidamente la acusación contra los sobrinos de la “primera combatiente” y candidata a diputada por el partido de Gobierno PSUV. La segunda vicepresidenta del Parlamento, Tania Díaz, desestimó la noticia señalando que se trata de “suposiciones” y  el diputado de la tolda roja Earle Herrera denunció una “infamia internacional” en contra de la familia de la pareja presidencial. Mientras, el diario pro oficialista Últimas Noticias publicó una nota el 12-11-15 que acusa las irregularidades en la detención  de los jóvenes e incluso asoma una “situación de secuestro”.

La cancillería venezolana no ha respondido por el pasaporte diplomático que portaban Flores de Freitas y Campo Flores en el momento de la detención, pese a que no son funcionarios de alto rango de los poderes públicos o instituciones en Venezuela. Según la fiscalía estadounidense, ambos participaron en varios encuentros durante el mes de octubre para organizar “el envío de cargamento de al menos cinco kilogramos de cocaína a EEUU a través de Honduras”. Los jóvenes podrían enfrentar cadena perpetua, según el comunicado del fiscal acusador del caso, Preet Bharara.

Es conocida la inclinación de Cilia Flores a beneficiar a familiares con cargos en el Gobierno. Los parientes ahora acusados por narcotráfico no escapan a esta tendencia. Efraín Eduardo Campo Flores, quien es hijo de una hermana de la primera dama que falleció y además ahijado de Maduro, trabajó en el Parlamento Latinoamericano entre 2008 y  2011. Aparte, es directivo de la empresa de Transporte Herfra, registrada en Panamá el 31 de marzo de 2014, con un capital de 10.000 dólares, según el Registro Público de Panamá.

El avión

A pesar de la repercusión internacional del caso, hay aspectos del caso Flores y narcotráfico que aún se manejan con hermetismo. Trascendió que Campo Flores y Flores de Freitas fueron capturados en Haití en un avión Cessna modelo Citation 500 con siglas YV 2030. Viajaban con ellos otros cuatro pasajeros: Pablo Urbano (piloto), Pedro Rodríguez González (copiloto), Marco Tulio Uzcátegui y Jesfrán Moreno. De su destino existen dos versiones: que se encuentran en Venezuela o que están en EEUU prestando declaración a la DEA.

La aeronave con matrícula venezolana perteneció hasta 2006 a Inversiones Sabenpe, una recolectora de basura que tiene entre sus  directivos al empresario Khlalel Khalil Majzoub, cuyas empresas han sido beneficiadas con importantes contratos del Estado desde comienzos del Gobierno chavista. Registros internacionales siguen mostrando a esta compañía de servicios como la propietaria del avión.

Pero un documento de venta del 20 de septiembre de 2006 certifica que el avión fue vendido a la empresa Construcción y Mantenimiento Coinspectra, que se encarga del estudio, proyecto, construcción, inspección de obras y mantenimiento en el campo de la ingeniería, según el Registro Nacional de Contratistas (RCN). La totalidad de las acciones de esta compañía registrada en Caracas pertenece a Laura Josefina Pacheco Yépez, indica el RNC. Representantes de esta empresa se abstuvieron de aclarar la información, aunque confirmaron que Marco Tulio Uzcátegui (uno de los pasajeros) es “directivo de Coinspectra”. También, afirmaron que el avión YV2030, que supuestamente transportaba a los sobrinos de Flores, si pertenece a la firma y que no se encuentra detenido en Haití sino en Venezuela.

Otra versión sin confirmar indica que los Flores sólo llevaban en el avión muestras de cocaína de alta pureza del alijo de 800 kilogramos que en realidad se encontraba depositado en un yate, estilo catamarán, presumiblemente en La Romana o Punta Cana, en República Dominicana. Este paso serviría para comprobar la pureza de la droga y luego transportarla en la embarcación hasta el destino acordado por los negociadores.

Una de las revelaciones que produjo más desconcierto la presentó el exdirector de operaciones internacionales de la DEA, Michael Vigil, en una entrevista con CNN el pasado día 11: que las investigaciones contra los sobrinos de Cilia Flores comenzaron hace ocho meses.

Por los momentos, lo que sí está claro en el caso de los sobrinos de Flores hoy apresados en una cárcel en el sur de Nueva York es que el 18 de noviembre les espera la próxima audiencia.

 

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