El estancamiento de la negociación políticas entre el sector opositor reconocido por los Estados Unidos y el gobierno venezolano en México es clave para la postura de la Casa Blanca ante las sanciones o licencias, conferencia entre cancilleres y relaciones con representantes del chavismo, según el analista político y consultor electoral Aníbal Sánchez Ismayel
Es improbable que las condiciones cambien antes del 25 de abril fecha que coincide la Conferencia de representantes de varios estrados en Colombia para tratar tema de una ruta para la superación de la crisis venezolana y se vence licencia de Chevron y difícilmente se amplíen los términos en que se vienen dando sus operaciones en el país.
Recordemos que los diálogos en México, facilitado por el Reino de Noruega, estuvo congelada por casi todo el 2022 hasta que en noviembre, coincidiendo con la renovación de la licencia para Chevron; se firmó un acuerdo parcial que permitirá la formulación de in fondo fiduciario cogestionado con la ONU que permitiría la atención de la crisis en áreas sensibles como salud, alimentación, educación y damnificados por las lluvias.
Pero después de 6 meses no ha habido otro encuentro formal entre las delegaciones ni se avanzó en el acuerdo.En este contexto surge la cumbre de cancilleres sobre la Paz en Venezuela convocada en Bogotá por iniciativa del presidente colombiano Petro.
Por lo que se crean expectativas sobre lo que pueda suceder el 25 de abril; Se descongelará la negociación, se fijará una ruta consensuada que ayude a superar la crisis, vendrán nuevas muestras de buena voluntad, y la renovación de licencias a compañías energéticas.
El gobierno de Maduro pudiera forzar a que una nueva licencia a Chevron les permita aumentar la operación, y recibir algo de sus dividendos en divisas, dependiendo de los avances en la ruta hacia aumentar la competitividad en unas venideras elecciones.
Este nuevo contexto nacional a raíz de los escándalos de corrupción y el saldo de las operaciones en la lucha contra este flagelo, daña el discurso oficial tanto a nivel que las sanciones son la causa de la crisis, así como el mismo petitorio o puntos puestos en mesa para continuar con el diálogo.
El impacto de la corrupción en PDVSA es alto, como también a nivel de programas sociales en año pre-electoral por lo que refuerza el tema es “saqueo y bloqueo” lo que exacerba la crisis, pero aún así Chevron, no dejará pasar esta oportunidad. Los cambio a nivel del ministerio de petróleo podría facilitar y hacer más trasparentes los acuerdos.
Para Sánchez, la necesidad ante las sanciones obligó al Gobierno a buscar alternativas, de mercado y obligado a vender en condiciones y con descuentos que son poco transparente, lo que se convirtió en un caldo de cultivo para más hechos de corrupción.
El gobierno de EEUU ha expresado su apoyo a la lucha anticorrupción emprendida por el Gobierno de Maduro al cual diplomáticamente no reconoce, pero que se sospecha mantiene contacto directo.
Otros representantes del gobierno estadounidense indicaron que las licencias parciales son un alivio de sanciones específicas; como parte de una política a favor del diálogo político entre el gobierno de Maduro y sus opositores.
Esta excepción ha permitido a Chevron enviar crudo venezolano a las refinerías de la costa del Golfo de México, en medio de un conflicto bélico en la euro-asia. En contra de los vaticinios de especialista y políticos la producción en las empresas mixtas llegó en enero a 90.000 barriles por día. El 25 de este mes, vence la licencia.
Las discusiones sobre su renovación, ampliación e incluso que surjan otras empresas está en el tapete, a pesar de los escándalos de corrupción milmillonaria en la estatal petrolera PDVSA.
Debemos ser optimistas de que los hechos de corrupción no sean un factor que interfiera con la renovación de la licencia a Chevron, como que tampoco influya en los temas a tratar en la conferencia de cancilleres de Colombia, al contrario debería centrarse en la ruta para traer gobernabilidad y potenciar la lucha anticorrupción.