El experto electoral Aníbal Sánchez exigió este domingo a la oposición venezolana coherencia tras llamar a abstenerse en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
“El venezolano no cree en el sistema electoral pero tampoco quiere guerras o invasiones. Muchos coincidimos en que la oposición no tiene una estrategia clara de cara al 6 de diciembre. Decirle a la gente no votes no es una ruta clara sin decir cómo lograrlo o cuáles son los pasos».
«Tampoco ayuda el no tener la táctica clara. Si nombran a un rector [en relación a Rafael Simón Jiménez] lo critican; si éste renuncia también lo critican. Es solo un ejemplo de esta gente que anda como bachacos sin antenas. Otro: piden elecciones competitivas pero critican la idea de mayor representación proporcional en la que si obtienes el 10% de los votos deberías tener una representación equivalente en curules».
Sánchez agregó que sin una estrategia clara la oposición puede generar aún más desesperanza entre sus seguidores. “Y quienes llamen a abstenerse, también se les debe pedir coherencia en el actuar, pues podrían generar mayor frustraciones y desmovilización del sector opositor que solo se ha cargado de desesperanza. Y quienes llaman a participar deben dar una pelea por mejores condiciones electorales, que existan ciertas garantías.».
Y reiteró que el venezolano de hoy quiere entendimiento y reconciliación. «Desde 2015 no se escucha el cliché del venezolano que decía que aquí la diferencia era solo entre caraquistas o magallaneros, e incluso que, en la chiquita, el adeco se entendía con el copeyano. ¿Qué pasó con eso? Cuando consigamos la repuesta verán que en el fondo todos quieren el entendimiento y la reconciliación, posible solo con unas elecciones bajo ciertas condiciones».
Reconocer al chavismo
Sánchez reiteró su llamado a reconocer al chavismo. «Es imposible cualquier realidad político que no los considere. La polarización es una realidad y es alimentada por los polos más radicales de cada bando, pues solo así justificarían su existencia ante los otros. Pero el resto debemos estar pendiente porque aún minimizados operan un juego propio que podría ser peligroso para todos “en un país que si desconfía en los votos ha dejado claro que no quiere las balas”.