Tan solo en la Gran Caracas 77 funcionarios policiales han perdido la vida de manera violenta. Las tres víctimas más recientes pertenecían a la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Polizamora y Polipazcastillo, respectivamente
Ser policía es una profesión compleja y peligrosa. En sus espaldas llevan no solo el peso de brindarle seguridad del resto de la ciudadanía, sino también de resguardarse a sí mismos, pues en los últimos tiempos la criminalidad no ha respetado el estado de derecho ni el uniforme.
En lo que va de año se han registrado numerosos casos de asesinatos a funcionarios policiales, en todo el país. Tan solo en la Gran Caracas 77 funcionarios policiales han perdido la vida de manera violenta.
Las policías municipales, regionales, nacionales, militares y hasta la científica han aportado nombres a la lista de caídos a manos de delincuentes que, en varios casos, han usado incluso armas de guerra para cometer los homicidios.
En su mayoría los oficiales han sido interceptados para robarles el arma reglamentaria y la moto que generalmente conducen. Además de los robos, los policías han muerto por ajustes de cuentas, venganza o durante enfrentamientos con delincuentes.
Las tres víctimas más recientes pertenecían a la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Polizamora y Polipazcastillo, respectivamente.
El oficial de Policaracas, Luis Revilla, de 36 años de edad, fue el primer policía ultimado este año. El 21 de enero, unos sujetos armados le dispararon en la cadera cuando salió corriendo, tras ser atracado. Le arrebataron su moto y arma de reglamento.
Mientras que el funcionario del Cicpc, Juan Diego Olivares Díaz y el Policía Nacional Bolivariana, José Pérez, murieron de manera violenta tras oponerse al robo. Para mediados de enero, la cifra de asesinados en la Gran Caracas ascendía a seis policías.
El 31 de enero el número de funcionarios ultimados en la ciudad capital aumentó a 15 con la muerte del detective del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) José Gregorio Agüero. Fue baleado en el interior del Cementerio General del Sur.
José Garibaldi, inspector del Cicpc, se convirtió en el funcionario número 23 asesinado en la Gran Caracas durante el año. Fue ultimado el 23 de febrero, por un par de antisociales en la carretea Guarenas – Guatire, quienes le quitaron su arma y el resto de sus pertenencias.
Durante el mes de marzo, Gustavo Daniel Castillo Pérez, Michelson José Milla y José Luis González, funcionarios de la Policía de Salias, Caracas y El Hatillo, respectivamente, fueron asesinados tras ser víctimas de robo a mano armada.
Daniel Serrano, fue asesinado el pasado 14 de abril en la parroquia Caricuao del municipio Libertador, tras ser interceptado por varios hombres que le efectuaron un disparo para robarle el arma de reglamento y su motocicleta. Serrano servía como Policía de Chacao.
La misma semana fue asesinada de un disparo en la cabeza la oficial de Polisucre, Osmary Tabares, adscrita a la Brigada Ciclística de esa institución, para robarle el arma de fuego. Su muerte quedó registrada por las cámaras de seguridad de Los Dos Caminos.
En mayo, fueron ultimados a tiros el funcionario de la Policía de Caracas, Eldemar José Bermúdez Patiño y el oficial de la PNB, Claudio José Medina. Ambos fueron asaltados por delincuentes.
Junio fue el mes con más número de policías asesinados de manera violenta, entre ellos destaca el homicidio del Policaracas Efrén Freudy Urbina Castillo, quien fue ultimado a tiros e incinerado en la parroquia 23 de Enero, durante un hecho confuso.
El exfuncionario de Polibaruta, Eduard Arratia y el supervisor jefe de Policaracas, Maickel José Vásquez Caraballo, fueron tiroteados. Al primero le quitaron la vida para quitarle su arma de fuego, mientras que la muerte de Vásquez Caraballo continúa siendo investigada.
Jesús Pérez Quintero, funcionario de la Policía Municipal de Paz Castillo, Santa Lucía en el estado Miranda, murió junto a un detenido que accionó una granada en el Centro de Coordinación Policial, cuando un grupo de reclusos intentaba fugarse. Quintero se posicionó como el oficial número 12 ultimado en junio y el 68 en los primeros seis meses del año.
Los últimos asesinatos en lo que va de año ocurrieron hace menos de una semana. El primer oficial ultimado fue el supervisor de la Policía del municipio Zamora, Jean Carlos Corredor, quien murió el 7 de julio durante un enfrentamiento con delincuentes que lo emboscaron al salir de su vivienda. Corredor logró asesinar a uno de sus atacantes que pretendía despojarlo de sus pertenencias.
Cuatro horas más tarde, Darwin Ernesto Rodríguez, funcionario de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, fue interceptado por dos hombres armados que sin mediar palabras le efectuaron varios disparos, mientras comía perrocalientes. Le arrebataron el arma de reglamento.
Este miércoles 8 de julio, fue asesinado Luis Eduardo Rojas, quien se desempeñaba como jefe de la Dirección de Investigaciones de la policía del municipio Paz Castillo del estado Miranda. Rojas fue ultimado de cuatro disparos en Santa Teresa del Tuy, para despojarlo de la camioneta que conducía. Con su muerte, ascendió a 77 el número de funcionarios de seguridad asesinados en lo que va de año.
Motivos
Cuando un policía es asesinado, el resto de la ciudadanía llega a sentirse absolutamente indefensa, ya que al ser los encargados de la seguridad los blancos perfectos para delincuentes, aun estando armados, los civiles permanecen vulnerables ante el crimen organizado.
Los cuerpos de seguridad se han convertido en presas buscadas por grupos criminales principalmente para quitarles el arma de reglamento o su vehículo. No obstante, ultimar a efectivos policiales se ha vuelto un nuevo modus operandi entre las bandas delictivas, motivado al prestigio que se gana al eliminar a un funcionario.
Meses atrás, Freddy Bernal, durante sus funciones en la Comisión para la Transformación del Sistema Policial, indicó que el homicidio de policías busca desmoralizar y causar efecto negativo en la sociedad. “Cuando se asesina a un policía se pisotea la Constitución, el ejercicio de la autoridad y la sociedad”, declaró el diputado en entrevista para Globovisión.
El Dato
Al menos 130 policías han sido asesinados durante el primer semestre de 2015. Aproximadamente 11 funcionarios al mes son ultimados, solo en la Gran Caracas.
Según la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) durante 2014 se registraron 24 mil 980 muertes violentas, lo que supuso 82 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Estas cifras dejaron al país caribeño con la segunda tasa de homicidios más alta a nivel mundial, solo superada por Honduras, con 104, según los estudios presentados por la Organización Mundial de la Salud.
Johangely Bolívar/EN