Largas filas de viajeros que requerían sellar pasaporte para entrar o salir del país se apreciaron este viernes desde tempranas horas de la mañana, en el puesto de Migración del Saime en San Antonio del Táchira. Así reseña La Nación.
La masiva afluencia de usuarios y las fallas que ha presentado la red de internet, obligó a trasladar temporalmente el sellado que se hace en las taquillas de la Aduana Principal hacia la oficina de Migración en el centro de San Antonio, lo que mantenía colapsado el servicio.
Se conoció que desde el jueves por la tarde el sistema comenzó a fallar y por ello no se pudo prestar el servicio en las taquillas de Migración ubicadas en la Aduana Principal, cerca del puente internacional Simón Bolívar. Los usuarios debieron dirigirse hasta la oficina de Migración, ubicada en el centro de San Antonio, donde la fila de personas que necesitaban sellar el pasaporte para entrar o salir de Venezuela superaba las dos cuadras.
La lentitud con la que fluía la fila para el sellado del pasaporte mantenía preocupados a los viajeros venezolanos y extranjeros que se disponían a entrar o salir del territorio, pues corrían el riegos de perder boletos aéreos que tenían reservados.
Según cifras que manejan autoridades migratorias, se estima que diariamente unos mil venezolanos en promedio abandonan el país por este puerto fronterizo con destino a Colombia o terceros países; no obstante, también se ha dicho que durante las últimas semanas ha incrementado el flujo migratorio.
Distintas razones argumentan los viajeros venezolanos para abandonar el país, entre ellas la situación económica, la tensión política, las pocas oportunidades de empleo, aunque también hay quienes salen por motivos de salud, turismo o reencuentro con familiares que están en el exterior.
Nuevos horizontes
Entre los viajeros se encuentran muchos venezolanos jóvenes, como Franverlis Rivas, ingeniera química, con cuatro años de experiencia en el área, procedente de Maracay, estado Aragua, quien se disponía a sellar el pasaporte para viajar a Perú, donde ya tiene familiares.
Dijo que “estamos buscando un mejor futuro porque lamentablemente en nuestra nación ya no hay garantías para vivir tranquilo, la calidad de vida ha mermado mucho en los últimos años y hay que buscar mejor futuro para uno y para la familia”, expresó.
Añadió que, viaja a Perú con el propósito de explorar oportunidades. Desde hace un año planificó el viaje y no pudo viajar antes porque tuvo que esperar por la legalización y apostillado de sus documentos.
Por su parte, otra joven de nombre Rosamaría Pacheco, de profesión ingeniera de alimentos, procedente de Valencia, estado Carabobo, consideró que “Venezuela está produciendo profesionales para exportarlos, y no para trabajar aquí en Venezuela”.
“Lamentablemente tenemos que irnos porque aquí la situación cada día se pone más difícil, el campo laboral se ve más reducido y debido a la inflación, el salario que pagan en las empresas no alcanza para sobrevivir”; agregó, además, que cualquier trabajador informal gana más que un profesional graduado en las mejores universidades del país y con amplia experiencia laboral.