Abatidos cuatro delincuentes durante situación de rehenes cerca del Consulado de Perú

Los hampones amenazaron a las autoridades con una granada. Cuerpos policiales informaron que los delincuentes son presuntamente de Caracas. El enfrentamiento fue este sábado en una vivienda ubicada cerca del Consulado de Perú y el Hospital Uyapar, en Puerto Ordaz, reseñó El Correo del Caroní.

Armas incautadas

En la escena fueron recuperadas dos pistolas Glock calibre 9 milímetros, una de ellas sin seriales visibles, con cargador con cuatro balas 9 mm y una bala en la recámara y la otra calibre 9 milímetros, con cargador provisto de cinco balas.

También tenían consigo un revólver marca Smith Wesson, calibre 38 milímetros, con dos balas calibre 38 y una concha calibre 38 mm.

Una de las armas había sido recuperada el 27 de febrero de 1998.

Los hampones no mentían sobre la granada fragmentaria con la que amenazaron a las autoridades, sí tenían en su poder una con 3.600 microesferas. El jefe de la Unidad Contra Explosivos (UCOE), Rafael Nuñez, declaró que esta no fue activada.

“De aquí no sale vivo nadie”, era lo que repetían este sábado cuatro delincuentes que secuestraron a una familia en la Urbanización Roraima, adyacente al Consulado de Perú y al Hospital Uyapar, en Puerto Ordaz.

Dos de los hampones llegaron a la casa a las 7:30 de la mañana acompañados de un anciano de 66 años, al que amenazaron para servirles de señuelo. El hombre estuvo parado en la casa de las víctimas hasta que le abrieron la puerta, sorprendiendo a los que estaban en el lugar: el dueño de la casa de 43 años, su esposa de 40 años y dos adolescentes de 18 años, hijos de la pareja.

El hombre de 43 años se resistió al atraco, y según fuentes ligadas a la investigación sostuvo un forcejeo con los malhechores, mientras que el anciano se fue. “Yo no vivo aquí. Este problema no es mío. Me voy”, expresó.

Trascendió que el propietario de la vivienda es trabajador del Consulado peruano.

Mientras se producía la pelea en la entrada de la casa la esposa del hombre se percató de lo que estaba sucediendo y llamó a dos familiares para pedirles ayuda. Afuera algunos vecinos también notaron la situación extraña y dieron aviso a funcionarios de la Policía del estado Bolívar (PEB), pertenecientes al cuadrante 23.

Las víctimas relataron que minutos después llegaron dos delincuentes más en un Toyota Corolla, azul, matrículas AB630DT; y también entraron a la vivienda. Seguido de esto fueron maniatados y separados en varios lugares. Los malhechores les pidieron oro y dólares.

Enfrentamiento

Una comisión adscrita al Centro de Coordinación Policial (CCP) Los Olivos se trasladó a la zona e intentó mediar con los cuatro hampones, pero estos abrieron fuego desde el interior de la vivienda.

La situación pasó de un robo a una toma de rehenes, porque los ladrones al verse descubiertos quisieron usar a la familia como medio para huir. Los funcionarios entraron al domicilio y durante el enfrentamiento dieron muerte a los sospechosos. Ninguno contaba con documentos de identidad, la Policía científica se mantiene en el proceso de identificación.

Los afectados reseñaron que los delincuentes los amenazaron con una granada, advirtiéndoles: “de aquí no va a salir vivo nadie”.

Se conoció que este no era el primer robo que los sujetos intentaban en el sector. Durante la semana otra familia de la urbanización denunció haber sido víctima de unos individuos cuyo vehículo tenía las mismas características del usado por los abatidos.

El secretario de seguridad ciudadana, Gilberto Velasco, ofreció una rueda de prensa este sábado, a la que asistieron el comandante del Destacamento 62 de la Guardia Nacional Bolivariana, antiguo CORE 8, Frank Lynch Dávila, y funcionarios de la PEB.

Velasco afirmó estar “orgulloso de la actuación de la Policía. Todo esto fue bajo el marco del Plan Patria Segura.

Se realizó un despliegue inmediato y por ello se logró solventar la situación, saliendo la familia ilesa”.

El Toyota Corolla donde se trasladaban los malandros estaba solicitado desde el 29 de septiembre por el delito de robo ante la Subdelegación Chacao del Cicpc. Se presume que los fallecidos provenían de Caracas.