La heladería Coromoto, es un lugar que aparece reflejado en el libro Récord Guinness, está ubicado en el estado Mérida, caracterizado por ser un espacio lleno de historia y grandes experiencias para lugareños y visitantes, donde se podía degustar la mayor variedad de sabores en helados del mundo.
Es que Manuel Da Silva, un comerciante de origen portugués, no solo tuvo una gran idea sino que la llevó a cabo al crear una heladería con más de 800 sabores, entre los que destacan los más extraños que pueden elaborarse en el mercado y que muchos ni siquiera se atreverían a probar.
El negocio abrió sus puertas en 1981, en ese momento solo ofrecían cuatro sabores: vainilla, fresa, chocolate y coco, pero poco a poco a Da Silva se le fueron ocurriendo extraños sabores que se quedaron adheridos al corazón de Venezuela.
La primera creación fue el helado de aguacate que resultó todo un éxito y que se mantuvo como el más vendido, más tarde su creador estaba inventando nuevos sabores, experimentaba con carnes, pescados, hortalizas, frutas y hasta granos.
Cuando la heladería entró en el libro Guinness, en el año 1991, apenas tenía 368 sabores; en 1996 superó su propia marca en la organización al ofrecer 591 tipos de helado y más tarde llegó a tener 863 sabores.
Definitivamente, la gente iba a la Coromoto para probar cosas raras
Los sabores más extraños y alucinantes que llegó a inventar Da Silva para su heladería están:
- Caraotas (frijoles negros).
- Ají Picante.
- Mondongo (estómago de res).
- Bul de Cerveza.
- Cristal de sábila.
- Champiñones
- Mojito cubano.
- Chipichipi.
- Mamon
- Arbejas.
- Hallaca.
- Fororo.
- Pepitonas.
- Jojoto con queso.
- Carne de soya
- Espaguetti con queso.
- Repollo con brucelas.
- Guama.
- Castañas.
- Bacalao.
Algunos sabores son imposibles de predecir por los nombres con los que fueron bautizados, como El Gaitero, Ven a mí, RCTV, No me odies, Radio Rochela, Televen, El Universal y otros, pero en el lugar siempre había alguien que pudiera sacar de dudas a los clientes.
Uno de los más controversiales fue el Miss Venezuela cuyo sabor era de perfume de rosas y claveles.
La Heladería Coromoto cerró sus puertas en septiembre de 2017 debido a la escasez que se vive en el país que le impedía a sus dueños mantener la variedad de helados que acostumbraban a ofrecer a sus clientes.
La falta de leche y azúcar en el mercado nacional los obligó a abastecerse en el mercado negro hasta que se hizo insostenible. Pero más tarde abrieron sus puertas de nuevo para seguir deleitando a sus clientes.
El creador de esta divertida heladería, conocido cariñosamente como Don Manolo, falleció el pasado 31 de julio por causas naturales. Tenía 88 años.
Desde la Gobernación del estado Mérida le será otorgada la Orden Mariano Picón Salas en primera clase, por el aporte turístico que le ofreció a la entidad.