La cadena de supermercados estadounidense Walmart acordó pagar 3.100 millones de dólares en Estados Unidos para resolver las acusaciones de que contribuyó a la crisis nacional de opioides, anunciaron el martes la fiscalía de Nueva York y la compañía.
Los fondos se destinarán a comunidades de todo el país y el acuerdo «requerirá mejoras significativas en la forma en que las farmacias de Walmart manejan los opioides», agregó la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un comunicado.
Al igual que las cadenas de farmacias CVS y Walgreens, que acordaron a principios de noviembre pagar cada una 5.000 millones de dólares en acuerdos similares, se acusa a Walmart de distribución masiva de analgésicos opioides sin advertir sobre el alto número de recetas.
La cadena de supermercados, que niega las acusaciones, destacó que el acuerdo no incluye una admisión de responsabilidad pero que resolver las demandas está «en el mejor interés de todas las partes».
Además del dinero, la empresa se comprometió a controlar mejor las recetas para evitar fraudes.
La crisis de los opioides, que provocó más de 500.000 muertes en 20 años en el país, dio lugar a numerosas demandas contra los fabricantes de medicamentos, distribuidores y farmacias por parte de las víctimas, así como de las ciudades, condados y estados afectados.
En este desastre sanitario, se acusa a los productores de analgésicos de haber provocado la dependencia de muchos consumidores e incitado a los médicos a prescribir en exceso sus productos, pese a que eran conscientes de los riesgos de adicción.
En efecto, para muchas personas la adicción a los opioides comenzó con analgésicos recetados que luego abrieron la puerta a drogas ilícitas como la heroína y el fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente.
Unas 90.000 personas murieron por sobredosis de drogas en 2020 en el país, tres cuartas partes por opioides.
Resultados al alza
El acuerdo le significó a Walmart una pérdida neta trimestral de 1.800 millones de dólares, aunque su actividad se mantuvo bien y el grupo aumentó sus previsiones para su año fiscal.
Su facturación aumentó notablemente un 8,7% hasta alcanzar los 152.800 millones de dólares en el tercer trimestre.
La cadena minorista espera ahora que su facturación aumente 5,5% para su año fiscal, que finaliza a fines de enero, frente a una proyección previa de 4,5%.
Estos resultados «muestran claramente que el posicionamiento de la empresa centrado en los precios bajos atrae a los clientes», destacó Neils Saunders, de la consultora GlobalData. Según sus datos, la empresa gana partes de mercado en todos los sectores socioeconómicos, incluso los de alta renta, en un contexto de fuerte inflación.
En Estados Unidos, el grupo logra proponer precios similares a los del año pasado para la tradicional comida del Día de Acción de Gracias a fines de noviembre.
La empresa trabajó además sobre sus stocks, anulando compras y rebajando precios en particular de vestimenta. A fines de octubre, sus inventarios eran 13% mayores a los de octubre del año pasado, cuando en julio eran 26% más grandes. AFP