La erupción volcánica en la isla española de La Palma muestra sus primeros signos de agotamiento y podrá declararse su final en caso de que la inactividad que se observa se extienda durante diez días, avanzaron el miércoles los científicos, que no excluyeron totalmente un posible repunte.
«En el día de hoy, la ausencia de observables tanto directos en superficie como procedentes de los sistemas de vigilancia corroboran los signos de agotamiento del proceso eruptivo, aunque no es descartable un nuevo repunte actividad», explicó María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, reseñó AFP.
Para que la erupción del volcán Cumbre Vieja se considere como oficialmente terminada, «los datos registrados y los observables se deben de mantener en los niveles actuales durante 10 días», precisó.
Ya no hay flujo de lava desde la base del volcán, mientras que el humo solo sale de forma «puntual y esporádica», describió Blanco.
La erupción del volcán Cumbre Vieja, que comenzó el 19 de septiembre, es la primera que se registra en 50 años en esta pequeña isla atlántica del archipiélago canario.
Su actividad no ha dejado ninguna víctima mortal, pero ha provocado enormes daños materiales y la evacuación de más de 7.000 personas que, en algunos casos, han perdido todo bajo las coladas de lava.
El magma ha cubierto 1.198 hectáreas a su paso y las coladas que alcanzaron el mar se han solidificado creando dos nuevas penínsulas que agrandaron la superficie de la isla en 44 hectáreas y 5 hectáreas respectivamente, según precisaron el miércoles las autoridades locales.
La del Cumbre Vieja es la erupción más larga que ha registrado la isla y la tercera en un siglo, después de las del volcán de San Juan en 1949 y del Teneguía en 1971. AFP