El volcán de Fuego de Guatemala, ubicado solo unos 50 kilómetros de distancia de la capital, generó este viernes entre 15 y 20 explosiones débiles, moderadas y fuertes por hora que levantan una columna de ceniza a 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta columna de color gris, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), se desplaza entre 25 y 30 kilómetros hacia el oeste, sur, suroeste, este y sureste, y ya ha provocado la caída de ceniza en las comunidades de La Rochela, Ceylán, Osuna, Las Palmas, Siquinalá y Santa Lucía Cotzumalguapa.
Las explosiones además generan avalanchas “moderadas y fuertes” en el contorno del cráter encausándose hacia las barrancas Seca, Taniluyá, Ceniza, Trinidad, Las Lajas y Honda.
Los retumbos con ondas de choque moderadas y fuerte son audibles a más de 20 kilómetros del cono, haciendo vibrar techos y viviendas cercanos, y ante la dirección del viento el ente científico advirtió que es posible que varíe la dispersión de la ceniza en otras direcciones o en distancias más largas.
“La actividad explosiva del volcán de Fuego en los últimos días se ha incrementado en número y energía”, advirtió el ente científico en un boletín vulcanológico especial emitido este viernes, en el que agregó que anoche se observó una fuente incandescente “constante” a una altura de 350 metros sobre el cráter, además de sonidos de desgasificación con un lapso de 10 minutos.
El pasado 3 de junio, en la erupción más fuerte de su historia, el coloso, de 3.763 metros de altura, provocó la muerte de casi 200 personas y dejó 1,7 millones de afectados, algunos de los cuales lo perdieron todo.
El volcán de Fuego, situado entre los departamentos sureños de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, es, junto a Santiaguito y Pacaya, uno de los tres más activos de los 32 que tiene el país centroamericano.