Harta de ver en internet discusiones que culpabilizan a las mujeres violadas, la activista ucraniana Anastasia Melnychenko inició en las redes sociales una campaña contra el silencio sobre la violencia sexual en Ucrania y otras exrepúblicas soviéticas.
Notengomiedodehablar en ucraniano y en ruso, esta militante de los derechos de las mujeres logró inspirar a cientos de víctimas a publicar su experiencia en las redes sociales.
Para muchas mujeres rusas, ucranianas, pero también armenias y azerbayanas, esta etiqueta les permite evocar por primera vez el trauma de la agresión, agravado por el silencio sobre la violencia sexual que impera en sus países.
«Yo estaba en la escuela cuando sucedió. Un hombre joven me siguió hasta mi casa, me agarró por la chaqueta y deslizó sus manos por debajo de mi falda», contó Azia Bazdyrieva, critica de arte.
«Yo tenía 19 años, él era un amigo de mi novio. Medía dos metros, era muy gordo y musculoso. La calle estaba totalmente vacía y tuve miedo de resistirme. Me violó», rememoró Valeria Bezlepkina, madre de cuatro niños.
Otra víctima se preguntó sobre si valía la pena hablar sobre la agresión.
«Yo tenía doce años, estaba en Bakú. Mi primo colocó sus manos en mis caderas y enseguida supe lo que iba a pasar», dijo por su parte Narmina Ajmedli, una estudiante de Azerbaiyán.
«Hoy, por primera vez en mi vida, me atrevo a decirlo en voz alta. No tengo miedo de hablar», reflexionó.
– ‘Acusar a la víctima’ –
Esta etiqueta permitió abrir una brecha en la cultura del silencio que se impone a las víctimas de violación y les da por fin visibilidad, aseguró Anastasia Melnychenko.
«En nuestra sociedad, acusar a la víctima es la norma», explicó a la AFP. «Es por esto que las mujeres guardan silencio frente al abuso. No hablan de estos incidentes con sus familias y con la policía porque tienen miedo de ser juzgadas», lamentó.
Por ejemplo, en Rusia, la cámara civil, que agrupa a representantes de la sociedad civil, le ha pedido a las mujeres víctimas de violación no extralimitarse en el ejercicio de la legítima defensa, bajo pena de ser perseguidas.
«Por ejemplo, si un hombre viola a una mujer y ella lo mata, la justicia debe actuar porque el hombre no ponía su vida en peligro», declaró este martes uno de sus responsables, Anton Tsvetkov.
Para la abogada ucraniana Anna Sayenko, «a menudo la violencia sexual es desacreditada».
En Ucrania, un país con 45 millones de habitantes, solo hay registradas 320 denunciantes por violación o intento de violación.
Para la asociación La Strada Ukraine, que lucha por los derechos de las mujeres, esta cifra no refleja la realidad del problema.
«Antes de cualquier cosa, hay que decirles a las mujeres que lo primero que tienen que hacer es contactar con la policía, destacó Anna Sayenko, miembro de la ONG.
– ‘Valientes pioneras’-
La psicóloga Alevtyna Shevchenko afirmó que el que haya tantas mujeres que cuenten sus experiencias en las redes sociales genera un marco como de terapia de grupo para impulsar a quienes todavía guardan silencio a denunciar las agresiones.
«La violencia quiere el silencio y el secretismo», aseguró. «Admitir en voz alta que el problema existe ya es un primer paso para la resolución. No hay otros medios», indicó la profesional.
Pero la etiqueta #Notengomiedodehablar no sólo ha suscitado reacciones positivas: muchos internautas, la gran mayoría de ellos hombres, han criticado los mensajes como actos de «exhibicionismo», «estriptís público» e incluso los ha califico de «festival de pornografía»
Muchas mujeres también han expresado su molestia y también han confesado un cambio de actitud.
«Al principio, me sentía un poco incómoda con este ‘hashtag'», escribió una mujer de unos 40 años a Narmina, la estudiante que contó la agresión que sufrió.
«Pero es justo que la terrible realidad de la relación que hay entre los hombres y las mujeres se haga pública. Está bien que hayas escrito esto», admitió.
Para Anastasia Melnychenko, esta etiqueta tuvo el gran mérito de crear un debate sobre un tema largamente callado.
«El debate público es un gran avance para nuestra sociedad», destacó. «Gracias a estas valientes pioneras, otras mujeres se dieron cuenta de que no estaban solas y obtuvieron más apoyo que el que esperaban tener», señaló.
AFP