La Unasur logró que el régimen de Maduro regularice la situación migratoria de los miles de colombianos expulsados desde agosto, cuando decidió el cierre de la frontera y desató una crisis con Colombia
«La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela acordaron que los ciudadanos colombianos deportados durante la crisis fronteriza entre ambos países, que deseen regularizar su situación en Venezuela y regresar a ese país, lo puedan hacer con la ayuda de este Gobierno», señaló un comunicado difundido en Nueva York en el marco de la Asamble General de la ONU.
El 21 de septiembre pasado, los presidentes de Venezuela y Colombia acordaron «normalizar progresivamente las relación». La cumbre en Quito fue un primer paso para que Santos y Maduro traten directamente el problema fronterizo que los ha distanciado desde el 19 de agosto pasado.
El compromiso fue sellado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el secretario general de Unasur, el expresidente colombiano Ernesto Samper, durante una reunión en Nueva York al margen del foro mundial, agregó el comunicado.
Venezuela deportó a por lo menos 1.532 colombianos y otros 18.377 regresaron a su país por miedo a ser expulsados, según cifras de Naciones Unidas, tras un ataque contra una patrulla militar venezolana que dejó cuatro heridos el pasado 19 de agosto en la localidad de San Antonio del Táchira (este).
VENEZUELA DEPORTÓ A POR LO MENOS 1.532 COLOMBIANOS Y OTROS 18.377 REGRESARON A SU PAÍS POR MIEDO A SER EXPULSADOS, SEGÚN CIFRAS DE NACIONES UNIDAS,
Maduro atribuyó ese atentado a paramilitares colombianos ligados al narcotráfico y el contrabando de mercancías venezolanas hacia Colombia, por lo que ordenó el cierre de amplios tramos de la frontera y declaró el estado de excepción en 23 municipios, de los cuales 16 se ubican en la línea limítrofe de 2.219 km.
A raíz del éxodo de colombianos, muchos de los cuales huyeron con sus enseres a cuestas a través de ríos y caminos de tierra, Colombia denunció «un drama humanitario», agravado según Bogotá por violaciones de los derechos humanos por parte de autoridades venezolanas.
Caracas ha rechazado ese señalamiento, así como denuncias de Bogotá -avaladas por la Organización de Estados Americanos (OEA)- de que las expulsiones separaron familias.
Esta situación desencadenó una crisis diplomática en medio de la cual los dos países llamaron a consultas a sus embajadores, aunque el pasado lunes Maduro y Santos, durante una cita en Quito -sede de la Unasur-, acordaron su retorno y la «progresiva normalización» de la frontera.
INFOBAE