El presidente de la Fundación Venezolanos en el Exterior, Eduardo Febres Cordero, denunció este lunes que 82 compatriotas suyos han sido víctimas de agresiones xenofóbicas en distintas ciudades de Ecuador, debido a un caso de asesinato protagonizado el sábado por un migrante de ese país.
«Han sido apedreados, golpeados en distintas ciudades del país. Son 82 personas entre heridos, agredidos (…) en circunstancias xenófobas», dijo al atribuir los hechos al asesinato y a unas polémicas declaraciones del jefe de Estado, Lenín Moreno.
Las organizaciones de emigrantes también hablan de cuatro muertos en la ciudad de Ibarra, donde se registró el asesinato, aunque esa cifra ha sido desmentida categóricamente por la Policía en un comunicado.
Debido al suceso el sábado, Moreno señaló que Ecuador abrió las puertas a los venezolanos pero «no sacrificará la seguridad» en la nación, lo que ha sido criticado por grupos de derechos humanos y de emigrantes que interpretan como una luz verde a las agresiones populares.
Febres Cordero dijo que «no se puede estigmatizar ni generalizar a la comunidad venezolana por el acto de un individuo».
Ante el anuncio de Ecuador de exigir a los venezolanos el certificado apostillado de antecedentes penales, apuntó que es una decisión «totalmente ilegal porque no está contemplada dentro de la Ley Orgánica de Movilidad Humana».
«Entendemos y respetamos el hecho de que el Estado ecuatoriano deba proteger y salvaguardar su soberanía pero siempre debe hacerlo apegado a las normativas nacionales e internacionales», añadió.
El venezolano entregará este lunes en la Cancillería un informe sobre las supuestas agresiones xenófobas de las últimas horas, así como datos extraoficiales sobre el supuesto asesinato de cuatro emigrantes en Ibarra.
Fuentes policiales dijeron desconocer estas muertes, aunque confirmaron -sin dar mayores detalles- que el domingo por la noche se registraron manifestaciones en esa ciudad en las que hubo detenciones.
Ibarra, capital de la provincia de Imbabura (norte), fue el escenario el sábado de un asesinato que ha conmocionado al país, y en el que un venezolano ahora detenido acuchilló a una mujer embarazada delante de un grupo de policías