La declaración conjunta realizada este domingo por la Alta Representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, no solo sirvió para definir la fecha y sede de la reunión del Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela, que se celebrará el próximo 7 de febrero en Montevideo, sino que también reveló un cambio de postura en el Ejecutivo uruguayo que hasta ahora había pedido diálogo entre las partes.
Según señala un comunicado emitido por la presidencia del país sudamericano, el objetivo de este grupo es «crear las condiciones para que surja un proceso político y pacífico, que permita a los venezolanos determinar su propio futuro, mediante la celebración de elecciones libres, transparentes y creíbles, en línea con la Constitución del país».
Esta misiva demuestra un cambio significativo en lo que había manifestado el Ejecutivo de Uruguay con respecto al gobierno de Nicolás Maduro, ya que hasta ahora era uno de los países que solicitaba que la oposición se sentará a dialogar con el oficialismo venezolano, llegando incluso a asomar la intención de crear un grupo de naciones que abogara por esta opción, la cual era promovida también por el gobierno de López Obrador en México, que forma parte del Grupo de Lima gracias a su anterior presidente, Peña Nieto.