La decisión la tomó el expresidente este martes, luego de una reunión remota con sus asesores. Para el senador, hay hechos irregulares en su proceso en la Corte Suprema que “anulan cualquier expectativa de volver al Senado”.
El expresidente Álvaro Uribe anunció que dejará su curul en el Senado. La decisión se tomó este martes, luego de una reunión realizada a distancia entre él y sus asesores y se da 14 días después de que la Corte Suprema de Justicia le dictara medida de aseguramiento domiciliaria por los presuntos delitos de fraude procesal y soborno.
Uribe informó su decisión en una carta enviada al presidente del Senado, Arturo Char, en la que hace referencias a su proceso en la Corte Suprema de Justicia. “El magistrado José Luis Barceló me llamó a indagatoria hace más de dos años, en un proceso que desconocía, cuya existencia el mismo magistrado había negado. En proceso anterior y conectado con este, ante el mismo magistrado, se me anunció versión libre que nunca me permitieron”, dijo Uribe.
Según el expresidente, en la decisión de medida de aseguramiento que dictó la Corte Suprema de Justicia en su contra hubo violación de “ocho garantías procesales, con interceptaciones ilegales y dolosas, también a uno del os abogados, filtraciones selectivas a adversarios políticos y periodísticos en lugar de publicar todo el expediente, detenido por inferencias, sin pruebas directas, sin recibir varias declaraciones, con compulsa de testigos a favor, sin que mis abogados hubieran podido interrogar”.
Para Uribe, todos los hechos mencionados “anulan cualquier expectativa de volver al Senado”. Concluyó su carta señalando que era necesaria una reforma a la justicia “que la despolitice al cambiar el sistema de elección de magistrados”. “Estos deberían llegar a la alta corte en edad madura que haya disuelto las vanidades y afianzado el apego a la rectitud, estar allí por largo tiempo en lugar de utilizar la silla giratoria hacia los negocios o la política.
Renuncia al Senado: pic.twitter.com/JaoRDVt9i2
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) August 18, 2020
Reacciones
El Congreso se ha empezado a pronunciar sobre la renuncia del senador Uribe. “A orillas del Partido Conservador, lamento la renuncia del expresidente y senador Uribe se había convertido en un líder del Senado y el Congreso, con criterios claros, en todos los debates, desde los económicos hasta los sociales, por supuesto la salud, educación tiene un dominio completo de los temas nacionales. Va a hacer mucha falta su concepto en la plenaria del Senado, pero, por supuesto, tenemos que respetar su decisión, estoy seguro de que prontamente lo veremos en la arena política”, dijo el senador conservador Efraín Cepeda.
Sobre el hecho también comentó Roy Barreras, del Partido de la U: “La renuncia del senador Uribe cierra un ciclo de la política colombiana, y le da la oportunidad al Centro Democrático de implementar nuevos liderazgos que le ayuden al país, que le ayuden a concentrarse en los problemas de Colombia en lugar de distraerse haciendo defensa”.
“La renuncia del senador Uribe tiene todos los efectos políticos porque él es el jefe del Centro Democrático, partido de gobierno, y mantendrá su influencia, no importa donde esté. No tiene ningún efecto jurídico y judicial puesto que los hechos que se les investigan sucedieron cuando fue senador, luego sigue intacta la competencia en la Corte Suprema de Justicia y no se pasa para la Fiscalía el proceso”, manifestó por su parte la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde.
También lo hizo el senador Gustavo Bolívar: “Álvaro Uribe renuncia al Senado. Juega a que su proceso pase a la Fiscalía de bolsillo que tiene la ultraderecha para que le precluyan la investigación. Entre más impunidad aquí, más cerca de la CPI”.
“Que Uribe renuncie al senado no implica bajo ninguna circunstancia que la Corte Suprema de Justicia pierda su competencia para avanzar en la investigación y llamarlo a juicio, Uribe en su condición de senador utilizó a miembros de su UTL para contactar a distintos presos de las cárceles del país para que declararan en mi contra, igualmente en su condición de senador desplegó toda una actividad en torno a un debate que hice en Senado y en la Cámara, así que la competencia por estos hechos sigue estando en la Corte”, adujo el senador Iván Cepeda, con quién tiene el pleito jurídico.
Desde el Centro Democrático, partido de Uribe, la representante a la Cámara Margarita Restrepo señaló que la renuncia de Uribe al Senado genera una “profunda tristeza por sus valiosos aportes al poder legislativo. Su liderazgo va a hacer mucha falta. Pero era absolutamente necesaria por no contar con garantías en una Corte politizada”.
“Hoy sale del Senado, pero no de la vida pública. Su lucha por este país no desvanece, sino que se fortalece. Una renuncia que entristece, pero que es necesaria para buscar una defensa con garantías, y donde prime la verdad. Sin verdad no hay justicia. Pierde el país y el Congreso de la República al mejor de sus congresistas. Un hombre que siempre, sin importar la situación, estuvo atento para sacar adelante los temas trascendentales de la agenda legislativa. Siempre pensando en el bien de esta patria”, dijo la senadora María del Rosario Guerra, también del uribismo.
La renuncia del pasado
Este hecho político ya tiene un antecedente. A finales de 2018, el expresidente anunció que renunciaría el Senado luego de que se conociera que la Corte Suprema de Justicia abriría una indagación preliminar en su contra y que, dos años después, terminaría en este proceso que lo tiene en casa por cárcel.
En ese momento, fue el entonces presidente del Senado, Ernesto Macías, quien confirmó a la opinión pública que tenía la carta de renuncia del exmandatario en su poder y que, una vez culminara una licencia que estaba cumpliendo Uribe, se iniciaría el trámite de la carta. El procedimiento dentro del Legislativo, luego de que se radica una renuncia, es que se vota si se acepta o no. Sin embargo, en el Congreso no hay precedentes de negación de la renuncia de un senador.
El proceso del expresidente
El caso Uribe se reactivó en la opinión pública el pasado 4 de agosto, cuando el alto tribunal y el propio expresidente dieron a conocer el mandato judicial. De inmediato, la medida revolcó al país, pues se veía por primera vez en los noticieros que un exjefe de Estado acogiera una medida de aseguramiento en su contra. En ese momento, el uribismo se volcó como fuero protector de su líder y , en medio de caravanas de carros y una oleada fanática, los congresistas del Centro Democrático propusieron una constituyente para reformar la justicia y “despolitizarla”.
Luego, el pasado 12 de agosto, Uribe comunicó por medio de su Twitter su detención oficial en la hacienda El Ubérrimo, lugar que escogió para pasar el encierro judicial. “Hoy fui reseñado como preso #1087985 por confrontar testimonios en mi contra comprados por Farc, su nueva generación y sus aliados. Sin pruebas, solo inferencias. Me Interceptaron ilegalmente. Impidieron a mis abogados contra interrogar a su principal testigo. Pido transparencia”, trinó.
No obstante, su mensaje en esa red social, como se lee, estuvo cargado de imprecisiones que confuden a la opinión pública y no son ciertos: el partido FARC no tiene que ver con su proceso por el cual está preventivamente detenido y el senador Iván Cepeda, al que reiteradamente se ha referido como “joven” generación de FARC no hace parte de esa colectividad, sino del Polo Democrático. Ese mismo día de su detención oficial, coincidencialmente cayó la lotería con el número de preso del expresidente Uribe, un asunto que también generó comentarios en torno al caso del exmandatario.
El pasado 16 de agosto, Uribe dio entrevista a el canal digital de Semana. En ese espacio, que duró más de dos horas, el hasta hoy senador le manifestó sus consideraciones a las periodistas Vicky Dávila y María Isabel Rueda. Y aunque esta fue bastante criticada por las imprecisiones del político sin refutación alguna de las periodistas, Uribe habló sobre la necesidad de un referendo para reformar la justicia, descartando la idea de una constituyente como propuso su partido en un principio.
Luego de ese recorrido, en el que también reportó que tuvo y superó el coronavirus, el expresidente decidió apartarse de su curul en el Senado, una que ganó en las elecciones al Congreso de 2018 y en la que se consolidó como el mayor elector en el país y de su partido. Alcanzó 801.692 votos, pesando él solo el 34, 84 % al interior de su partido con representación en el capitolio.