La canciller en funciones de El Salvador, Liduvina Magarín, dijo hoy que de los casi 2.000 menores de edad separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos unos 50 son salvadoreños. «Estamos actualizando el dato, se sabe que es bien dinámico todos los días, pero tenemos casi medio centenar», dijo escuetamente Magarín a periodistas en la sede del Congreso salvadoreño.
Cerca de 2.000 menores de edad han sido separados de sus familias en un plazo de seis semanas debido a la política migratoria de «cero tolerancia» que ha establecido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Gobierno de El Salvador se ha mostrado preocupado por la aplicación de medidas migratorias que «han derivado en la separación de grupos familiares a su llegada a la frontera sur de los Estados Unidos».
«Estas disposiciones están afectando principalmente a niños y adolescentes migrantes», quienes al ser apartados de sus padres sufren «condiciones sumamente adversas, que seguramente tendrán consecuencias en su salud física y desarrollo psicosocial a largo plazo», apuntó en un comunicado.
El Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén llamó a la Administración de Trump a «no continuar con la separación de las familias y a que se actúe teniendo como centro el interés superior de niños y adolescentes, indistintamente de la condición migratoria de sus padres o familiares».
La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kirstjen Nielsen, aseguró este lunes que la Administración Trump «no va a pedir perdón» por separar a los niños de sus madres, mientras en los medios de comunicación circulan duras imágenes y testimonios de los menores afectados.
El Gobierno del país norteamericano ha admitido que la separación de los niños de sus familias en la frontera tiene como fin disuadir la inmigración ilegal.
EFE