Una periodista de 29 años murió por disparos el jueves por la noche en unos violentos disturbios en Londonderry, en Irlanda del Norte, en un caso que la policía norirlandesa trata como un «incidente terrorista».
Varias fuentes afirmaron en redes sociales que la mujer muerta es la periodista y escritora Lyra McKee. Según su agencia literaria Janklow & Nesbit, McKee nació el Belfast y había escrito abundantemente sobre el conflicto norirlandés.
McKee escribió para la revista estadounidense The Atlantic y Buzzfeed News y en 2016 fue incluida por la revista Forbes en su lista de «30 menores de 30 años», una selección de jóvenes figuras del periodismo, según la agencia literaria.
En enero McKee publicó un mensaje en Twitter en el que criticaba ásperamente la violencia en las noches de Londonderry. «Es una locura completa», lamentó.
Las imágenes de los disturbios en las redes sociales mostraban un auto y una furgoneta en llamas e individuos lanzando cócteles molotov y artefactos pirotécnicos a vehículos de la policía.
«Puedo confirmar que después de un intercambio de disparos (…) una mujer de 29 años resultó muerta», apuntó en Twitter el comisario adjunto de la policía de Irlanda del Norte, Mark Hamilton, añadiendo que creían que el hombre que disparó era «un violento disidente republicano».
«Tratamos este hecho como un incidente terrorista», expresó Hamilton, quien añadió que están investigando sobre lo ocurrido.
– «Cayó junto a la policía» –
El periodista Matthew Hughes identificó a la mujer como su amiga McKee. «Acabó de recibir la noticia descorazonadora de que mi amiga @LyraMcKee ha sido asesinada esta noche en un incidente terrorista en Derry», escribió en Twitter.
Otra periodista, Leona O’Neill, del Belfast Telegraph, afirmó en la misma red social que vio a una mujer herida caer junto a un vehículo en medio de los disturbios.
«Estaba junto a esta joven cuando cayó junto a un automóvil de la policía en Creggan. Pedí una ambulancia, pero la policía la puso en la parte trasera de su vehículo y la llevó a un hospital, donde murió. Tenía 29 años. Esto me revuelve el estómago», publicó.
La propia O’Neill había reportado en Twitter que había vehículos incendiados en los disturbios y que lanzaron «decenas» de cócteles molotov contra furgonetas de la policía.
«No hay absolutamente ninguna excusa para atacar» a los agentes, tuiteó la Federación de Policías de Irlanda del Norte.
«Protegen esa comunidad y no están ahí por comodidad personal. Tal comportamiento debería ser firmemente condenado», señaló la entidad.
– El Brexit, foco de tensión –
Arlene Foster, la líder del partido unionista norirlandés DUP condenó el episodio.
«Un acto sin sentido. Han destrozado a una familia. Aquellos que llevaron las armas a nuestras calles en los años 70, 80 y 90 se equivocaban. Es el mismo error en 2019», escribió en Twitter.
El partido republicano irlandés Sinn Féin, a través de Michelle O’Neill, su vicelíder, condenó «sin reservas» lo ocurrido, y calificó la muerte de la mujer como «un ataque a toda la comunidad, al proceso de paz y al Acuerdo de paz del Viernes Santo».
Situado en la frontera con la República de Irlanda, Londonderry es tristemente célebre por el «Bloody Sunday», el «Domingo Sangriento» del 30 de enero de 1972, cuando soldados británicos abrieron fuego contra manifestantes, causando 14 muertos.
El Acuerdo del Viernes Santo de 1998 puso fin en gran parte a tres décadas de enfrentamientos entre grupos armados católicos y republicanos, partidarios de la unificación con la República de Irlanda, y protestantes unionistas, leales al Reino Unido.
Unas 3.500 personas murieron en el conflicto, muchas de ellas a manos del Ejército Republicano Irlandés, el IRA.
En enero de este año, la explosión de un coche bomba en Londonderry ya despertó temores a otra ola de violencia entre grupos paramilitares.
Numerosas voces han expresado su temor de que este incremento de la violencia se deba a que los paramilitares buscan explotar la tensión política causada por el Brexit, que podría obligar a reinstaurar los controles fronterizos entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.
AFP