Una mujer en sorprendió a los empleados de un McDonald’s en Garden City, Georgia, en Estados Unidos, después de que les disparó porque sus papas estaban frías. Los policías aseguraron que buscaba robar el establecimiento, por lo que fue arrestada y acusada de diversos delitos.
El gerente del restaurante de comida rápida informó que Lillian Tarver compró el pasado lunes unas papas fritas y se retiró al estacionamiento, pero regresó minutos después para reclamar que su pedido estaba frío y exigió uno nuevo.
El empleado se dirigió a cambiar las botanas por unas más calientes, cuando la mujer ingresó a la cocina por la fuerza y comenzó a disparar al suelo.
El gerente del McDonald’s prefirió otorgar un reembolso de la compra, y le pidió que se retirara del lugar para que nadie resultara herido.
La mujer escapó en cuanto recibió el reembolso de su compra, pero fue alcanzada por elementos de la policía cuando conducía por Liberty Parkway.
Newsweek informó que la mujer de 27 años intentó huir en cuanto vio que era perseguida por los oficiales de la Policía de Garden City, quienes la alcanzaron y detuvieron.
Fue acusada de «un delito grave, robo a mano armada, asalto con agravantes, agresión, posesión de un arma de fuego durante un intento de cometer ciertos delitos graves y conducta imprudente», según Newsweek.
«Cuando los oficiales que llegaron a la escena observaron al sospechoso huyendo de la escena en un Nissan Altima negro», informó el detective Roberto Rodríguez, de la División de Investigación Criminal del Departamento de Policía de Garden City.
«El sospechoso se rindió en el área de Fitzgerald Street, Savannah, Georgia. La sospechosa Lillian Tarver fue detenida. Se reveló a través de una investigación que el incidente en McDonald’s fue un robo a mano armada», detalló el agente.
Una empleada del restaurante de hamburguesas declaró a WTOC que la agresora la golpeó y algunos segundos después le disparó.
«Estábamos peleando físicamente. Tenía que agarrarla porque ella estaba armando un numerito, y tuve que aprovechar mi momento cuando supe que podía. Cuando se agachó, agarré su cabello y comencé a tirarla por el suelo», explicó Lynn Watson, la trabajadora del comercio.
«Esto es serio, y necesito encontrar una manera de salir de aquí. Necesito encontrar una manera de salir y estar viva», fue lo primero que pensó Watson al ver a Tarver desenfundando el arma.
«Básicamente, iba y venía conmigo. Y ella tomó su bebida y se la tiró al gerente y luego a mí, después vino detrás del mostrador», recordó la empleada que interactuó con la mujer.
Lynn declaró que no se siente segura de volver a trabajar a pesar de que nadie resultó herido: «Temo por mi vida, y mi familia teme por mi vida».