Una corte de justicia de Corea del Sur comenzó hoy a deliberar si aprueba o no la orden de arresto emitida contra el líder de facto de Samsung, Lee Jae-yong, por su rol en la polémica fusión de dos compañías del grupo en 2015 con la meta de cimentar su liderazgo.
Lee se personó este lunes con mascarilla en los tribunales del Distrito Central de Seúl, en torno a las 10.00 hora local (1.00 GMT), y rehusó responder a las preguntas de los periodistas allí congregados, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
La fiscalía ha pedido prisión preventiva para Lee y otros dos ex altos ejecutivos de Samsung, Choi Gee-sung y Kim Jong-joong, y considera que los tres son los cerebros de la mencionada fusión.
A esta operación se le atribuyen varias irregularidades, entre ellas un supuesto delito de fraude contable cuyo objetivo era consolidar el liderazgo de Lee poco después de que su padre, el presidente del grupo Lee Kun-hee, sufriera un infarto del que aún no se ha recuperado.
Los tres están acusados de manipulación de precio de activos bursátiles, de violar de la ley de auditorías externas y de prácticas comerciales desleales.
A Lee se le acusa, además, de haber mentido ante un tribunal, cuando en su momento ya se revisó el proceso de fusión en el marco de otra causa judicial.
Cheil Industries
Los investigadores creen que se infló artificialmente el valor de Cheil Industries, una de las dos empresas del grupo que se fusionaron y de la que Lee era el accionista mayoritario, y se hizo lo opuesto con la otra compañía implicada, Samsung C&T.
Se cree también que los tres inflaron en unos 4,5 billones de wones (unos 3.310 millones de euros/3.735 millones de dólares) el valor de Samsung Bioepis, empresa de riesgo compartido entre la estadounidense Biogen y Samsung Biologics, la cual es a su vez subsidiaria de Cheil.
Se espera que la vista dure varias horas y que la decisión del tribunal se dé a conocer a última hora del lunes (hora local) o a primera hora del martes.
Lee, que ha defendido su inocencia ante la fiscalía, está a su vez a la espera de que se repita el juicio por su participación en la llamada trama de corrupción de la «Rasputina» surcoreana, Choi Soon-sil, que acabó en la destitución y encarcelamiento de la que fuera presidenta del país Park Geun-hye (2013-2017).
En relación con esta causa, Lee, que es vicepresidente del grupo Samsung, ya fue arrestado en 2017 y pasó un año encarcelado.
El mes pasado el magnate pidió disculpas por los escándalos en torno a la compañía y aseguró que no se contempla seguir con el esquema hereditario para sustituirle al frente del grupo empresarial. EFE