Más de un millón de personas se encuentran en campos de desplazados de Kerala, anunciaron este martes las autoridades de este estado del sur de India azotado por un monzón que ha causado más de 410 muertos.
AFP
El descenso de las aguas deja a la vista los cuantiosos destrozos en esta región turística.
«El número de personas en campamentos humanitarios es ahora de 1.028.000», repartidas en más de 3.000 centros improvisados, dijo a la AFP Subhash T.V., portavoz del gobierno comunista local.
Los socorristas encontraron el lunes otros seis cuerpos, que elevan el balance de víctimas a más de 410 muertos desde el comienzo en junio de la temporada del monzón que termina en septiembre.
En Chengannur, una de las ciudades más afectadas, el agua supera el medio metro de altura y bloquea las carreteras, constató un equipo de la AFP. Este martes seguía lloviendo, pero menos que la semana pasada.
Miles de personas siguen en viviendas inundadas de esta ciudad, informó el ejército indio.
– Ayuda –
Según un oficial que pidió mantener el anonimato, la mayoría de los habitantes no piden ser socorridos, sino víveres y agua potable.
«En el pasado nunca hubo más de 30 centímetros de agua, la gente no está acostumbrada a esto», declaró a la AFP K.G Pillai, un habitante que vio subir el agua hasta casi 2,5 metros en su casa.
Decenas de miles de personas del distrito de Chengannur dependen de los comedores sociales. En Kerala, helicópteros y drones lanzan provisiones y medicamentos sobre las zonas siniestradas.
Gracias a una red de canales internos, los pescadores colaboran en las operaciones de ayuda y los voluntarios crearon comedores solidarios.
El gobierno de Kerala agradeció a los pescadores su ayuda y anunció el pago de 3.000 rupias (37 euros, 42 dólares) por día de trabajo para cada barco.
«La gente perdió la mayoría de sus bienes cuando no todos durante los últimos día», declaró el oficial.
La contaminación del agua potable y las malas condiciones de higiene hacen temer la aparición de enfermedades, por lo que se enviará a agentes sanitarios a las aldeas para seguir de cerca la situación.
La caída de lluvias torrenciales destruyó unas 50.000 viviendas, estima Shashi Tharoor, diputado de Kerala.
Las autoridades locales estiman en 3.000 millones de dólares (2.600 millones de euros) el coste de los daños causados por las inundaciones y se cree que la cifra aumentará en cuanto bajen las aguas y se evalúe la extensión de la catástrofe.
Frente a esta situación, el gobierno indio decretó «el estado de catástrofe natural» en la zona.
Kerala, que en 2017 contó con más de un millón de turistas según las estadísticas oficiales, ha recibido millones de euros en donativos de otras partes de India y del extranjero para la financiación de las operaciones humanitarias y la reconstrucción. El aeropuerto internacional de Kochi estará cerrado hasta por lo menos el 26 de agosto.