Matar a los perros por su carne es ilegal, según el fallo de un tribunal en Corea del Sur, donde los defensores de los animales creen que la decisión podría significar un primer paso hacia la prohibición del consumo de caninos.
La carne canina forma parte de la tradición culinaria de Corea del Sur, donde se comen cerca de un millón de perros al año, según estimaciones.
Sin embargo, esta tradición ha ido en declive. Un número cada vez mayor de surcoreanos consideran que el perro es amigo del hombre y no un animal de granja destinado a terminar servido en sus platos.
La práctica se ha convertido en un tabú entre las generaciones jóvenes y los activistas por los derechos de los animales son mejor comprendidos que antes.
El tema es la zona gris a nivel jurídico ante la ausencia de una prohibición específica.
Sin embargo, antes de los Juegos Olímpicos de invierno que se realizaron a principios de año en Pyeongchang, las autoridades invocaron reglas sanitarias y leyes sobre la protección de los animales que prohíben métodos crueles para sacrificar animales en los criaderos y restaurantes.
El año pasado, la asociación de defensa de los animales Care denunció a un criadero de la ciudad de Bucheon acusado de «matar animales sin razón de peso», violar la reglamentación sanitaria y las normas de construcción.
La fiscalía lo inculpó y el tribunal de la ciudad lo declaró culpable condenándole al pago de una multa de tres millones de wons (2.300 euros, 2.650 dólares).
Kim Kyung-eun, abogado de la organización Care, celebró el fallo de abril pasado y que se dio a conocer esta semana. «Es muy importante porque se trata de la primera decisión de justicia que estipula que matar a los perros por su carne es ilegal en sí mismo».
«En los últimos 10 años, la opinión pública cambió de discurso sobre el consumo de carne de perro, se inclina por la prohibición», estimó. «La industria de la carne de perro va a tener más presiones a raíz de este fallo», dijo.
Un diputado del Partido Demócrata en el poder presentó esta semana una propuesta de ley en la Asamblea Nacional que prohíbe de facto el consumo de esta carne.
El texto apunta a limitar la matanza de animales de especies clasificadas en la categoría de ganado, lo cual excluye a los perros.
Unos treinta militantes manifestaron el jueves ante la Asamblea para exigir la adopción de la medida.
Sin embargo, algunos surcoreanos denuncian un doble rasero de la iniciativa, haciendo mención a su peso cultural.
La carne canina es un manjar que se disfruta en verano. Su carne roja y grasosa, siempre hervida para hacerla más tierna, se considera energética.
– Tradición culinaria –
Según un estudio realizado en 2017, 70% de los surcoreanos no comen carne de perro pero solo 40% está a favor de que se prohíba su consumo.
Estas cifras reflejan las divisiones en otras sociedades asiáticas que consumen perros, como en China, donde este jueves abre el festival de la carne canina de Yulin, una cita anual que convoca a multitudes y es blanco de críticas occidentales.
Taiwán prohibió el consumo de carne de perro el año pasado entre reacciones encontradas.
El fallo de Bucheon indignó a los criadores, que organizan la matanza en sus granjas porque no están permitidos los mataderos especializados.
«Es un escándalo. No podemos aceptar un fallo que dice que matar perros por su carne es como matar animales por capricho», declaró al canal YTN Cho Hwan-ro, representante de una asociación de ganaderos, que pidió legalizar el consumo de esta carne y autorizar mataderos específicos.
– ¿Jurisprudencia? –
El fallo «abre la vía a que el consumo de carne canina sea declarada completamente ilegal», declaró Kyung-eun a la AFP.
La directora de Care, Park So-youn, explicó por su lado que la asociación estaba intentando hacer un censo en todo el país para presentar demandas similares a quienes estén explotando esta práctica con perros.
«Hay que diferenciar a los perros que nos comemos de los animales de compañía», dijo al explicar que se trata de razas distintas. «Las vacas, los cerdos, los pollos y los patos son criados para ser consumidos, ¿por qué no los perros?».
AFP