Un juez de Brasil dio la orden de abrir la bóveda de un banco que estaba bajo el nombre del ex presidente de Brasil. Allí encontraron cosas personales, pero también algunos objetos que, según dicen en la prensa brasileña, son del patrimonio de la nación
Qué costumbre la de estos mandatarios del socialismo del siglo XXI, se sienten tan mimetizados con el país, se creen tan dueños de lo que les rodea, que terminan apropiándose ya no solo del dinero producto de la corrupción, sino de los bienes de la nación.
Lula lo tiene difícil. Por más que tenga respaldo mundial, por más que sus amigos del club insistan en que se trata de una grosera manipulación de la oposición a través del poder judicial las investigaciones que pesan contra él, cada día se destapan nuevos detalles de cómo este señor que tanto defendió al socialismo del siglo XXI, a Hugo Chávez y a los negocios de la constructora Odebrecht, abusó a manera personal de su poder, tomando para sí lo que no le pertenece.
Por orden del juez federal Sergio Moro, la policía abrió una caja fuerte del Banco Du Brasil a nombre de Lula y su esposa Marisa y allí se encontraron con un tesoro. Más de cien obras de arte que habían sido regaladas a Lula durante su época de Presidente y algunas otras que estaban en el Palacio do Planalto, estaban envueltas y bien guardadas en en banco.
Esa práctica de esconder en las cajas de los bancos los tesoros la hemos visto en las películas de Hollywood en las que los bandidos ocultaban lo que no deseaban que alguien encontrara. Dinero, oro, armas, obras de arte.
Al salir de la presidencia en enero del año 2011 el ex mandatario brasileño abrió la caja fuerte para depositar parte de la mudanza del palacio de gobierno, supuestamente de cosas de carácter personal, eso es lo que debió de decir a los gerentes en el momento de firmar el contrato y entre los objetos que consideraba suyos, se llevó un crucifijo barroco que estaba en el Palacio y que se reportó como desaparecido.
El descubrimiento de la caja fue por casualidad. Cuando allanaron su casa el día en que fue llevado a declarar a la Fiscalía, encontraron un documento que hacía referencia a la mencionada bóveda y eso ayudó a destapar este tesoro que tenía guardado a cal y canto.
Otros Casos
Los regalos que los presidentes reciben de otras naciones pertenecen al Patrimonio Nacional, no son personales. Pero eso no lo entienden bien esta generación de socialistas.
Hugo Chávez por ejemplo se apropió de La Casona, la residencia presidencial de la nación venezolana. Al morir su familia debía salir y entregársela a Nicolás Maduro, que al final de cuentas es el Presidente. Pues no, sus hijas decidieron que ellas son sus herederas y ser sus herederas significa ser dueñas de lo que en realidad es del pueblo venezolano.
Lo mismo sucedió en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner, cuando dejó el poder salieron varias cajas de la Casa Rosada y después se dieron cuenta que faltaban algunos muebles y obras de arte. Según el diario La Nación, desapareció por ejemplo, el cuadro réplica del siglo XI de la Virgen de la Ternura de la catedral de Vladimir que le obsequió el papa Francisco.
Es un estilo que ahora, al menos en Brasil, ha sido destapado y revelado a la prensa para que el pueblo comience a conocer de primera mano que no son tan santos como intentan hacer ver.
La Nación