Turquía desafía a EE. UU. tras recibir sistema de misiles rusos S-400

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Turquía recibió este viernes la primera entrega de misiles rusos S-400, haciendo oídos sordos a las amenazas de sanciones estadounidenses y creando preocupación en la OTAN, de la cual forma parte.

La entrega del sofisticado sistema de defensa antiaérea simboliza el buen momento que atraviesan de las relaciones entre Rusia y Turquía, distanciada del bando occidental desde el frustrado golpe de estado de julio de 2016 contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Y eso que Ankara y Moscú estuvieron en noviembre de 2015 al borde de la ruptura después de que la aviación turca derribara un bombardero ruso en la frontera de Siria con Turquía.

Tras ese incidente, Rusia y Turquía iniciaron negociaciones para cooperar en el conflicto sirio, lo que permitió normalizar gradualmente las relaciones.

«La entrega de la primera carga de equipos del sistema de defensa antiaéreo S-400 comenzó el 12 de julio en la base aérea Murted de Ankara», dijo un comunicado del ministerio turco de Defensa.

Un dirigente de la OTAN dijo a la AFP que la organización estaba «preocupada» por esa compra de misiles rusos e invitó a Turquía a desarrollar su defensa antiaérea con sus aliados en la Alianza Atlántica.

La base de Murted, que antes se llamaba Akinci, está considerada el cuartel general de los oficiales que intentaron un golpe de Estado contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en julio de 2016. El tercer aniversario de ese frustrado golpe de Estado se conmemorará el lunes próximo.

La primera entrega se efectuó por vía aérea y la «entrega de los elementos del sistema continuará en los próximos días», precisó el organismo público de la industria de defensa de Turquía.

– Advertencias de EEUU –
El sistema «estará operativo como lo decidan las autoridades pertinentes cuando esté totalmente listo», agregó en un comunicado.

En Moscú, una portavoz del servicio federal para la cooperación militar y técnica, Maria Vorobieva, confirmó a la agencia rusa Interfax que «los sistemas S-400 comenzaron a ser entregados a Turquía» y que las «entregas serán efectuadas según los plazos previstos por las partes».

Otro avión de carga con elementos de los S-400 debe despegar «próximamente» y una tercera entrega de más de 120 misiles de diferentes tipos se hará «al final del verano» boreal por vía marítima, informó la agencia pública rusa TASS.

En mayo y junio, una veintena de militares turcos recibieron en Rusia cursos de utilización de los S-400 y otros 80 recibirán la misma formación en julio y agosto, agregó TASS.

Turquía rechazó el miércoles pasado una última advertencia estadounidense relativa a la compra de esos misiles, invitando a Estados Unidos a no adoptar medidas susceptibles de «perjudicar las relaciones bilaterales».

Estados Unidos se opone a la compra de S-400 por parte de Turquía porque considera que los S-400 no son compatibles con los dispositivos de la OTAN, alianza de defensa a la cual pertenece Turquía.

Considera también que existe el riesgo de que los militares rusos puedan acceder a los secretos tecnológicos del nuevo avión furtivo estadounidense F-35, que Turquía quiere comprar.

Varios miembros del Congreso estadounidense, tanto republicanos como demócratas, instaron a anular las entregas de los F-35 a Ankara y exigieron sanciones contra los responsables turcos implicados en el acuerdo con Rusia.

«Que un aliado de la OTAN elija aliarse con Rusia y Vladimir Putin en detrimento de la alianza atlántica y de una cooperación más estrecha con Estados Unidos es difícil de comprender», declararon en un comunicado común Eliot Engel y Michael McFaul, principales diputados demócrata y republicano en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

– «Potencia euroasiática» –
El nuevo secretario de Defensa de Donald Trump, Mark Esper, telefoneó a su homólogo turco, Hulisi Akar, el viernes. Este último afirmó que Ankara estaba «seriamente amenazada» y que la compra de misiles S-400s no era «una elección sino una obligación», según un comunicado del Ministerio turco de Defensa.

Según Akar, Ankara debe tomar medidas contra «los ataques intensivos» en su frontera con Siria, asegurando que Turquía es la única fuerza capaz de crear una «zona segura» en el norte de Siria.

A finales de junio, Erdogan declaró tras entrevistarse con el presidente estadounidense Donald Trump que no temía eventuales sanciones por la compra de misiles S-400.

«No es ningún secreto que Erdogan quiere hacer de Turquía una potencia euroasiática, lo que supone encontrar un equilibrio entre las relaciones con Rusia y China, por un lado, y Estados Unidos por otro», consideró Nick Heras, del Center for a New American Security. «No es seguro que Turquía seguirá por siempre en el bando estadounidense».