“Un pequeño grupo de mantenimiento de la paz de unos 200 soldados permanecerá en Siria durante un periodo de tiempo”, anunció este jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
El objetivo es convencer a los europeos de que participen en una fuerza de observación de un millar de hombres para proteger a los aliados kurdos, señaló AFP, tras una decisión tomada después de una conversación telefónica mantenida entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Ambos dirigentes acordaron seguir “coordinando la creación de una posible zona segura” en el suelo sirio, añadió.
La funcionaria norteamericana informó que el secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, se reunirán esta semana en Washington, capital estadounidense, con sus homólogos turcos para abordar la cuestión siria.
El senador Lindsey Graham, un veterano político republicano que pasó las últimas semanas haciendo un llamado público para que Trump ajuste el plan de retiro, saludó la decisión.
La decisión de dejar a un pequeño grupo de soldados en Siria podría ayudar a Trump para superar las críticas que recibió por parte de sus aliados occidentales tras anunciar, en diciembre pasado, su intención de retirar a los casi 2000 militares estadounidenses del país levantino.
Oficialmente hay más de 2000 soldados estadounidenses en Siria, desplegados ilegalmente, en bases, puestos de avanzada y aeródromos en el noreste de Siria, un modelo de despliegue similar a los de Irak y Afganistán.
Las áreas donde se encuentran las bases norteamericanas son controladas por sus aliados, las milicias kurdo-sirias, fuerzas son consideradas “terroristas” por Turquía, que ha prometido acabar con ellas.
Además de los 200 efectivos en el noreste, Washington pretende conservar presencia en la base estadounidense de al-Tarif, en el sur de Siria.
Con información de AFP