Tras ocho meses en prisión preventiva Keiko Fujimori apuesta a ser liberada en Perú

Keiko Fujimori

La líder opositora peruana Keiko Fujimori emprende este viernes un nuevo intento por ser liberada, tras ocho meses en prisión preventiva, cuando la Corte Suprema debata un recurso de casación que presentó su defensa, en un nuevo capítulo del escándalo de la constructora brasileña Odebrecht.

La Sala Suprema Penal Permanente del máximo tribunal peruano abrirá una audiencia a las 08H30 locales (13H30 GMT) para escuchar y evaluar los alegatos de la fiscalía y de los abogados de la primogénita del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), cuyo partido controla el Congreso peruano, según la AFP.

«Nuestra fortaleza está en nuestros argumentos, más allá de los magistrados ante los que vamos a tener que sustentar» el recurso, dijo a la radio RPP la abogada de Keiko, Giuliana Loza, quien se declara optimista de conseguir su excarcelación.

Los cinco magistrados tienen hasta 20 días para emitir su fallo, que debe ratificar la prisión preventiva o dejarla sin efecto.

Keiko, de 44 años, excongresista y dos veces candidata presidencial, está recluida en una cárcel de mujeres en Lima desde el 31 de octubre de 2018, luego de que el juez Richard Concepción Carhuancho acogiera un pedido de prisión preventiva por 36 meses de la fiscalía.

Keiko, quien aspira a ser candidata presidencial por tercera vez en 2021, participará en la audiencia desde la cárcel, por videoconferencia.

La orden de prisión vence en noviembre de 2021, lo que la deja fuera de las presidenciales de ese año.

– «Organización criminal» –

La fiscalía anticorrupción investiga a la jefa del partido fujimorista y a una decena de colaboradores por supuestamente blanquear 1,2 millones de dólares provenientes de fondos ilícitos de Odebrecht para la campaña presidencial de 2011. Ella lo niega.

Según la fiscalía, Keiko lideraba «una organización criminal» al interior de su partido Fuerza Popular (derecha populista).

En caso de un fallo adverso, Keiko puede acudir en última instancia al Tribunal Constitucional (TC).

Fue el TC quien liberó en abril 2018 al expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, tras nueve meses de prisión preventiva, también acusados de recibir fondos de Odebrecht para su campaña, en un caso similar al de Keiko.

«Como (el caso de Keiko) no es una condena tiene que haber pruebas. La Corte Suprema va a establecer cuál debe ser el nivel probatorio», acotó el experto legal Carlos Caro citado por el diario El Comercio.

La defensa de Fujimori apeló a la Corte Suprema luego de que en enero un tribunal de apelaciones rechazó excarcelarla, tras declarar infundado su pedido de revocar la prisión preventiva.

Keiko cuestiona su prisión, reiterando su tesis de que la investigación de la fiscalía se construyó a partir de una trama de «mentiras».

La opositora afirma que está presa a pesar de que la fiscalía «no ha mostrado una sola prueba» de que hubiera cometido un delito.

– Auge y caída –

La prisión de Keiko, madre de dos niñas, desató una crisis interna en su partido, que ha perdido el poder avasallador con el que arrinconó al presidente Pedro Pablo Kuczynski para forzar su renuncia en marzo de 2018.

La agrupación perdió la mayoría absoluta del Congreso, donde contaba con 73 de 130 legisladores. Ahora con 53, sigue siendo la mayor fuerza en el fragmentado parlamento peruano.

Desde la cárcel, Keiko mantiene las riendas del partido y envía mensajes a través de las redes sociales para mantenerse presente en la escena política.

«Estoy injustamente presa», dijo en uno de sus últimos tuits.

Los sondeos muestran, sin embargo, que una amplia mayoría de peruanos le quitó su respaldo, tras haber sido durante años la más popular entre los políticos de Perú y haber obtenido cerca del 50% de los votos en los últimos dos comicios (2011 y 2016).

Pero el caso Odebrecht, su rechazo a las reformas anticorrupción del presidente Martín Vizcarra y las pugnas internas han debilitado al fujimorismo. Ahora solo conserva apoyo del 9% de los peruanos, según sondeo de Ipsos.

El escándalo de sobornos y aportes ilegales de campaña de Odebrecht ha salpicado a cuatro expresidentes, entre ellos Alan García (1985-1990 y 2006-2011), quien se suicidó en abril cuando iba a ser detenido.

También están bajo investigaciones que pueden derivar en prisión Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).

Kuczynski permanece en prisión domiciliaria desde abril, mientras que Toledo escapó a Estados Unidos, donde enfrenta un pedido de extradición de Perú.