El Ayuntamiento de Barcelona ha concedido por fin la licencia para legalizar la construcción de la Basílica por 4,6 millones de euros, más 36 millones para compensar el impacto en su entorno.
El templo más conocido de Barcelona, la Sagrada Familia, por fin tiene licencia para continuar su construcción. El permiso municipal llega 137 años después de que se comenzara a erigir y acaba de esta manera con más de un siglo de obras irregulares.
Después de tres años de negociaciones, el Ayuntamiento de la ciudad ha reconocido las obras, que comenzaron en 1882, como legítimas, lo que supondrá un importante ingreso para la ciudad.
Según la concejala de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, la licencia costará a la Junta de Construcción de la Fundación de la Sagrada Familia 4,6 millones de euros que irán a parar a las arcas municipales, junto con los 36 millones acordados para «compensar el impacto que provoca en su entorno».
Esta peculiar iglesia, una de las más famosas de España y la más emblemática de Barcelona, fue diseñada por el arquitecto catalán Antoni Gaudí y es uno de los máximos exponentes del modernismo de la región. Se prevé que su construcción finalice en el 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí.
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