Una madre de Missouri (EEUU) mató a su hija con fentanilo por un dolor de muelas, lo que pretendía con la droga no era asesinarla, sino «aliviar su dolor».
De acuerdo con lo reseñado por medios estadounidenses, Jacquelyn Renee Powers fue arrestada después de que presuntamente le dio accidentalmente a su hija, de 14 años, una dosis letal de fentanilo luego de que la menor le manifestara un intenso dolor de muelas.
Lo que se precisó sobre los hechos, es que el pasado 3 de octubre, la menor se quejaba de dolor, por lo que Powers le dio una pastilla que «encontró en su cajón». Esto, según una declaración jurada del arresto.
Según la policía del condado de St. Louis, donde ocurrió el incidente, la adolescente fue encontrada muerta aproximadamente 10 horas después de haber ingerido la pastilla.
Más tarde, la mujer le dijo a la policía que pensaba que la pastilla era oxicodona sobrante de una cirugía anterior.
Sin embargo, las autoridades informaron que una autopsia no encontró oxicodona en el cuerpo, pero sí reveló una cantidad letal de fentanilo.
Ante los resultados de la autopsia, Powers le dijo a la policía que había “intercambiado” oxicodona con pastillas que su madre había comprado en la calle.
Según su declaración jurada, la mujer posiblemente intentó ‘proteger a su madre de pastillas peligrosas’. Sin embargo, los documentos judiciales no aclaran si sabía que las mismas contenían fentanilo.
Lo cierto, es que el caso de Powers se sitúa en medio de la creciente crisis de opioides en Estados Unidos, donde el fentanilo, que es hasta 50 veces más potente que la heroína, se ha convertido en una de las principales causas de muertes por sobredosis en el país.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) advierte que el aumento de opioides adulterados o falsificados ha elevado el riesgo de muertes accidentales. En este contexto, los cargos de asesinato en segundo grado contra Powers, que en Missouri conllevan penas de hasta 30 años de prisión, se vuelven aún más graves.