Estados Unidos espera que el presidente Nicolás Maduro restablezca la democracia en Venezuela y permita la realización de elecciones «libres y justas», dijo este viernes el secretario de Estado Rex Tillerson.
AFP
El jefe de la diplomacia estadounidense se reunió en Ciudad de México con el canciller mexicano Luis Videgaray y la canadiense Chrystia Freeland, encuentro en el que la crisis política y económica en la que está sumida Venezuela fue uno de los temas centrales.
«Compartimos nuestra preocupación por la crisis humanitaria en Venezuela», dijo Tillerson en rueda de prensa conjunta.
Al tiempo que se entrevistaban los jefes de la diplomacia de América del Norte, en Caracas Maduro era declarado candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela para buscar la reelección en la presidencial, a realizarse antes del 30 de abril.
Con tono irónico, Tillerson señaló que si Maduro vuelve a reconocer la Constitución, reinstala un Legislativo con oposición, desmantela la «ilegítima» Asamblea Constituyente «y regresa a elecciones libres y justas, entonces puede quedarse y participar».
La visita a México de Tillerson forma parte de su gira por América Latina que tiene como objetivo convencer a los países de la región de ser más duros en su relación con Maduro.
«Ha llegado el momento de optar por ponerse del lado de las naciones apegadas a la libertad, aquellas que respaldan al pueblo de Venezuela o por el contrario apoyar a la dictadura de Maduro», dijo Tillerson el jueves pasado en Texas, poco antes de iniciar la gira.
En 2017, Maduro disolvió a la Asamblea y, en medio de protesta callejeras que dejaron 125 muertos, llamó a la elección de una Constituyente, la cual decidió a su vez adelantar la elección presidencial para antes del 30 de abril.
«Hemos confirmado nuestra preocupación y nuestra voluntad de seguir utilizando todos los instrumentos diplomáticos disponibles» para una salida de crisis en Venezuela, dijo de su lado Videgaray.
Subrayó que «tendrán que ser los propios venezolanos los que hallen una solución pacífica a esta crisis» y reiteró que México es contrario a una eventual intervención armada.
El chavismo sufrió su mayor derrota electoral en 2015, cuando perdió la mayoría en las elecciones legislativas, pero Maduro disolvió la Asamblea y desde agosto entró en funciones una Constituyente elegida en unos comicios en los la oposición rechazó participar.
El chavismo ganó en las elecciones para alcaldes y gobernadores de 2017, proceso tachado de «fraudulento» por la oposición.