Un terremoto de magnitud 7,8 se ha registrado la madrugada de este lunes en el sureste de Turquía y se sintió en al menos 10 provincias del país. El potente sismo estuvo seguido de al menos 22 réplicas, la más potente con una magnitud de 6,6.
Causó más de 5.100 muertos, así como una fuerte destrucción de la infraestructura. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó el desastre natural como el más potente desde 1939. «Esta noche a las 04:17 nos sacudió el mayor desastre desde el terremoto de Erzincan de 1939, que vivimos el siglo pasado», enfatizó el mandatario.
Erdogan señaló que 53.000 efectivos participan en las operaciones de búsqueda y rescate de las personas que aún pueden permanecer bajo los escombros, destacando que dichas labores continúan de manera ininterrumpida.
Posteriormente, un nuevo movimiento telúrico de magnitud 7,5 sacudió la parte central de Turquía: su epicentro se localizó en la provincia de Kahramanmarash, el cual también estuvo seguido de varias réplicas.
Como consecuencia, se sintieron temblores en varias provincias sirias, como Damasco y Latakia. En el país árabe las autoridades sanitarias anunciaron que la cifra de muertos en las gobernaciones de Alepo, Latakia, Hama y Tartús ascendió a 812. Además, informaron que se tienen registrados 1.449 heridos.
Solo en Turquía se ha rescatado a más de 8.000 personas entre los escombros, y unas 380.000 se han alojado en refugios del gobierno u hoteles, dijo el vicepresidente turco Fuat Oktay. Se aglomeraban en centros comerciales, estadios, mezquitas y centros comunitarios, o bien envueltos en frazadas alrededor de fogatas al aire libre.
Muchos suplicaban ayuda a través de las redes sociales para seres queridos que creían atrapados bajo los escombros. Funcionarios del Ministerio del Interior dijeron que se “reunían meticulosamente” todas las llamadas para enviar la información a los equipos de búsqueda, según la agencia estatal Anadolu.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que 13 millones de los 85 millones de habitantes se vieron afectados de una u otra manera, y declaró el estado de emergencia en 10 provincias.
En toda la zona afectada por el sismo, el número de afectados podría llegar a 23 millones, dijo Adelheid Marschang, una funcionaria de la Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo quedó la infraestructura?
Más de 2.800 edificios colapsaron o resultaron gravemente dañados tras los temblores. En Turquía, en la provincia de Malatya, se derrumbaron al menos 130 edificios. En la provincia de Osmaniye se produjo el colapso de 34 edificios, y de 16 en Sanliurfa.
Además, el terremoto, que sacudió la parte meridional de Turquía, destruyó la única pista del aeropuerto de la provincia de Hatay. Ante esta situación, los vuelos fueron cancelados. Al mismo tiempo, un gasoducto explotó en la localidad turca de Topbogazi, ubicado en la misma provincia suroriental.
El puerto turco de Alejandreta (Iskenderun), también situado en la provincia de Hatay, resultó dañado y está temporalmente cerrado, según la Dirección General de Asuntos Marítimos. «Después del terremoto, se determinó que hubo algunos derrumbes en los muelles de nuestro puerto de Iskenderun», escribió en su cuenta de Twitter, señalando que «las operaciones continúan en otros puertos», en los que «no hubo una situación negativa».
Por otro lado, el antiguo castillo de Gaziantep, considerado Patrimonio Mundial por la Unesco, ha quedado destruido como consecuencia del sismo de magnitud 7,8 y las sucesivas réplicas que golpearon el sur de Turquía. Se trata de un patrimonio cultural muy importante, cuya construcción se remonta a la antigüedad.
Al mismo tiempo, la Ciudadela de Alepo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, también resultó dañada por el terremoto. «Hemos recibido informes sobre una grieta en la Ciudadela de Alepo y hemos enviado un equipo de especialistas para inspeccionar el sitio y evaluar el daño», comunicó a RIA Novosti Houmam Saad, miembro de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria.