El Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, advirtió hoy de que las recientes amenazas de Turquía de una nueva intervención militar en el país árabe son una amenaza para la paz y minan todos los acuerdos previos que habían permitido implementar zonas de distensión.
Una fuente oficial del Ministerio de Exteriores citada por la agencia oficial de noticias siria, SANA, aseguró que “las amenazas agresivas del régimen turco” suponen “socavan todos los entendimientos previos bajo los auspicios internacionales que se concretaron en la delimitación de áreas de desescalada”, acordadas en 2018.
Merced a esos acuerdos, Turquía controla una franja de territorio en el norte de Siria que se extiende por varias provincias y que rodea la de Idlib y de la que Ankara expulsó a las milicias kurdosirias.
Además, alegó, “contradicen los entendimientos y resultados del proceso de Astaná”, en referencia al diálogo entre Gobierno y oposición sirios al margen de las negociaciones auspiciadas por la ONU en Ginebra que se lleva a cabo en la capital de Kazajistán, llamada ahora Nur-Sultán, y en la que Rusia, Turquía e Irán actúan como garantes.
Estos acuerdos y negociaciones han permitido que, a once años del inicio de la guerra, los frentes de batalla estén casi congelados y los distintos actores del conflicto confinados en sus zonas de influencia más o menos delimitadas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado esta semana una nueva operación militar en el norte de Siria para ampliar las zonas bajo control de Ankara en su objetivo de crear una “franja de seguridad” de 30 kilómetros de ancho en territorio sirio a lo largo con toda la frontera entre ambos países. EFE
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