Sube a más de 20.915 la cifra de muertos en Gaza; cortadas las telecomunicaciones en el enclave

El centro de Gaza fue uno de los principales objetivos de la ofensiva de Israel este martes 26 de diciembre. Ataques aéreos y terrestres llegaron hasta los campamentos de refugiados de Nuseirat, Maghazi y Bureij.

Además, una escuela fue destruida en Beit Lahia, en el norte del enclave, y varios residentes fueron acribillados mientras evacuaban, según testimonios de los sobrevivientes. En el sur, en Rafah, también se registraron explosiones.

Sin un lugar seguro, los cerca de 2.4 millones de palestinos que residen en la bloqueada franja de tierra cuentan cada vez menos con espacios para resguardarse de los ataques. La mayor ofensiva israelí contra el enclave deja hasta este martes 20.915 muertos y 54,918 heridos, según informó el Ministerio de Salud gazatí.

Tras lograr un control operativo del norte de Gaza, las fuerzas israelíes apuntan a un mayor control del asediado territorio palestino. Pese a la presión internacional por un cese al fuego, el objetivo del primer ministro Benjamin Netanyahu ha sido claro: intensificar su ofensiva hasta «eliminar» a Hamás.

La guerra, cerca de cumplir tres meses, causa una enorme crisis humanitaria que eleva las alarmas de las organizaciones de derechos humanos y los países árabes. Sin embargo, Israel sigue contando con el respaldo «irrefutable» de Estados Unidos y gobiernos de la Unión Europea.

En Gaza no hay lugares seguros, remarca la ONU, y tampoco espacios habitables. La mayoría de personas se encuentran en campos improvisados con limitados servicios básicos, en algunos casos nulos.

Interrumpidas de nuevo las telecomunicaciones en Gaza

Este martes, se reportó nuevamente un corte de las comunicaciones en el enclave, lo que perjudica el trabajo de periodistas y trabajadores humanitarios, así como a la vida diaria de los gazatíes.

El Ejército de Israel defiende que lanzó un mapa en internet para conocer qué zonas serán atacadas. Repartieron volantes con códigos QR para que los ciudadanos puedan evacuar a zonas seguras. Pero sin comunicaciones, obtener información previa de los ataques se convierte en una tarea casi imposible para los palestinos.

Entretanto, en una escuela en Beit Lahia, en el norte de Gaza, los relatos de algunos testigos señalaron que grupos de soldados israelíes llegaron al lugar, donde se refugiaban familias enteras, y les dispararon.

“Nos pidieron que evacuáramos. La gente empezó a evacuar, pero les dispararon en el patio”, narró uno de los refugiados que logró sobrevivir.

“Se apresuraron en grandes grupos y el Ejército empezó a disparar granadas de gas. Luego salimos de Jabalia y, como ves, la escuela está carbonizada, aquí no queda nada”, describió.

El Ejército israelí afirma que atacó «100 objetivos en 24 horas» en Gaza

Este 26 de diciembre, tras 81 días de guerra, las tropas de Israel indicaron que atacaron más de 100 objetivos de Hamás, en las últimas 24 horas, incluidas entradas de túneles y emplazamientos militares utilizados para atacar a los soldados. En ese mismo periodo, según las autoridades palestinas, 241 gazatíes murieron por fuego israelí.

Las espesas nubes de humo se elevan, cada día, sobre Khan Younis, la ciudad en el sur de Gaza que se convirtió en el nuevo foco de los ataques de Israel y a donde se ha desplazado la mayor parte de la población, tras semanas en las que las tropas extranjeras urgieron a la evacuación de quienes habitaban el norte del enclave. Los bombardeos también llegaron hasta Rafah, otra ciudad en el sur y cerca a la frontera con Egipto.

La familia de Abir y Mahmoud han tenido que experimentar los peores días de su vida. Con sus tres hijos, viven en un campamento improvisado. Ellos son parte de los más de 1.9 millones de desplazados que ha dejado el conflicto, hasta ahora.

Los alimentos son escasos y sus pequeños piden comida en las noches, pero Abir y Mahmoud no pueden conseguir más que pequeñas raciones, en el mejor de los casos.

“Iba a buscar pan para mis hijos y, entonces, a mi lado ocurrió un ataque. Pensé que me convertiría en mártir porque no escuché nada. Vi gente corriendo y luego me di cuenta de que el misil estaba justo a mi lado. Yo todavía caminaba y el misil seguía moviéndose y, afortunadamente, Dios me salvó de la muerte”, señaló Mahmoud.

Jana, una de sus hijas, tiene autismo y cuidarla en medio de las bombas ha sido una tarea titánica. “Por la noche grita y de vez en cuando pide comida”, relató Abir, su madre, al mencionar que “han sido 80 días muy largos. El mundo no nos ha ayudado; todos guardan silencio. ¿Por qué todos guardan silencio?”, cuestionó.

Mahmoud ha tratado de cuidar de su familia, pero las enfermedades se han extendido en Gaza, sin agua potable y sin condiciones de salubridad. “Mi esposa no se encuentra bien porque padece una enfermedad de tiroides. La llevé al hospital y fue un desafío llegar hasta allí», afirmó.

«Más personas en menos espacio»

La ayuda que ingresa a Gaza es insuficiente y el desplazamiento de los miles de palestinos ha provocado que la operación logística de organizaciones de ayuda humanitaria lleguen al límite, incluso arriesgando su vida.

Tomas White, el director de Asuntos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés), afirmó que están preocupados de que una vez que la ayuda llegue a Gaza, el conflicto en curso impida entregarla.

“Más personas en menos espacio. Rafah, en el sur, está ahora a punto de estallar. Sin respiro. Es hora de un alto al fuego humanitario”, subrayó White.

Hasta el 22 de diciembre, en su último informe, la UNRWA indicó que más del 85% de la población ha sido desplazada en toda la Franja de Gaza, algunas de ellas en múltiples ocasiones en busca de seguridad.

La agencia de la ONU estimó que aproximadamente 1,77 millones de personas desplazadas se refugiaban o accedían a servicios en los refugios de su organización. De este número, casi 1,4 millones de desplazados se refugian en 156 instalaciones de la UNRWA en las cinco gobernaciones de Gaza. Aproximadamente 400.000 se encuentran en las proximidades de estas instalaciones y reciben asistencia.

La agencia alertó que los apagones de telecomunicaciones dificultan aún más un entorno operativo ya difícil.

Con información de Reuters, AFP y AP