Esta semana comenzará el juicio en contra de un hombre acusado de matar a su esposa hace 26 años, y enterrar el cuerpo, esto luego de que su hijo encontrara restos de la fallecida durante una reparición de la vivienda.
Bonnie Haim es el nombre de la mujer que fue asesinada, desapareció en enero de 1993, y su marido, Michael Haim, aseguró que la mujer salió de la casa a raíz de una discusión que tuvieron ambos aquel día, por lo cual fue a buscarla pero sin ningún resultado. A pesar de no saber nada de su paradero, decidió no denunciar la desaparición, con lo cual la Policía solo se enteró del caso cuando un empleado de un hotel de la ciudad de Jacksonville encontró el bolso de Bonnie en un basurero y llamó a la estación policial.
De acuerdo con un documento de la investigación dice “Michael Haim fue la última persona conocida que tuvo contacto con ella [Bonnie]”continúa “El sospechoso admite que él y su víctima estaban discutiendo por problemas conyugales y [Bonnie] planeaba irse y llevarse a su hijo”, indica.
Según la investigación, los esposos tenían a veces discusiones y Bonnie planeaba escapar de casa con su hijo, por lo estaba ahorrando dinero en una cuenta bancaria que había abierto secretamente y que el hombre lo descubrió y le ordenó que la cerrara. Sin embargo Bonnie no desistió y empezó a enviar dinero a unos amigos, de modo tal que logró ahorrar más de 1.200 dólares para su huida, reportó The Washington Post. Supuestamente planeaba cumplir sus intenciones un día en que el marido estuviese en un viaje de negocios.
Por su parte, Aaron Fraser, el hijo, que entonces tenía menos de cuatro años, le dijo a los oficiales al iniciarse las investigaciones que Michael “le hizo daño” a Bonnie y le “disparó”. “Mi única conclusión fue que hubo una pelea doméstica, que Michael Haim mató a su esposa y la sacó y que su hijo de tres años y medio, Aaron Haim, fue testigo de ello” expresó el detective Robert Hinson, de la Oficina del Sheriff de Jacksonville.
El cuerpo de la mujer no fue encontrado, lo que impedía en primer lugar comprobar su muerte y determinar la causa, sin embargo fue en el 2014, luego de 24 años y en posesión de la casa, que Aaron tuvo que levantar una losa de cemento, debido a una fuga de agua, y encontró unos restos humanos. Las pruebas de ADN mostraron que pertenecían a su madre y que había sido víctima de un homicidio “por medios no especificados”.
Un año después, Michael fue oficialmente acusado del asesinato de su esposa. En el lugar donde estaba enterrado el cadáver también se encontró un casquillo de bala del mismo calibre de un rifle del esposo.
Aaron está decidido a comprobar la responsabilidad de su padre y en sus testimonios planea contar sus recuerdos de la infancia, cuando presuntamente presenció la muerte de su madre.