El hombre armado acusado de matar a 22 personas en una masacre la semana pasada en El Paso, Texas, confesó mientras se entregaba y dijo a agentes de seguridad que apuntó a “mexicanos”, según una declaración jurada de la policía de la ciudad difundida el viernes.
El sospechoso, Patrick Crusius, de 21 años, salió de su vehículo, se detuvo en una esquina y “declaró en voz alta ‘soy el tirador’”, dijo el domingo el detective Adrian Garcia en la declaración jurada, un día después del tiroteo.
Crusius fue acusado de asesinato y está detenido sin derecho a fianza.
La declaración jurada sostiene que Crusius renunció a su derecho a guardar silencio después de que fue puesto bajo custodia y dijo a los detectives que entró a la tienda Walmart de El Paso con un fusil AK47 y múltiples cargadores.
“El acusado declaró que su objetivo eran mexicanos”, señala la declaración jurada.
Crusius está acusado de disparar y matar a 22 personas y herir a dos decenas más el sábado, poco después de que apareció un manifiesto en línea en el que explica sus motivaciones y critica la “invasión hispana” en Estados Unidos.
La mayoría de los fallecidos tenía nombres hispanos.
DEBATE SOBRE CONTROL DE ARMAS
Horas después, un hombre con protección antibalas y una máscara disparó en un concurrido vecindario de Dayton, Ohio, matando a nueve personas, incluida su propia hermana.
El presidente Donald Trump visitó ambas comunidades el jueves y fue recibido por manifestantes que lo acusaron de inflamar las tensiones con su retórica racial contra los inmigrantes.
Las autoridades dijeron que Crusius condujo 11 horas desde Allen, Texas, cerca de Dallas, para cometer la masacre en la ciudad de El Paso, de población mayoritariamente hispana. Responsables dicen que el tiroteo es investigado como un crimen de odio y un acto de terrorismo interno.
Los aspirantes a la nominación presidencial demócrata han acusado a Trump de fomentar el racismo y el nacionalismo blanco con sus declaraciones contra los inmigrantes en sus mítines y en Twitter. Ellos afirman que creó un clima político favorable para la violencia basada en el odio.
Trump sugirió el viernes que podría persuadir a la poderosa Asociación Nacional del Rifle para que retire su fuerte oposición a las restricciones a las armas después de los recientes tiroteos que han reavivado el debate sobre su control.
Casi la mitad de los estadounidenses cree que es altamente probable que ocurra un nuevo tiroteo en el país dentro de poco, según un sondeo de opinión de Reuters/Ipsos divulgado el viernes.
Reuters