La hija de la actriz estadounidense Catherine Oxenberg reveló que fue reclutada por miembros de la organización cuando tenía 19 años y se sentía «sin dirección» y «mal preparada para la vida independiente», por lo que «buscaba una orientación».
India Oxenberg, hija de la actriz estadounidense Catherine Oxenberg, reveló este jueves en una entrevista para la revista People cómo acabó involucrada en la secta NXIVM, con sede en Albany (Nueva York), que reclutaba esclavas sexuales.
De 30 años al día de hoy, la mujer detalló que fue incorporada a una división dependiente de la organización, llamada ‘DOS’ (acrónimo en latín que alude a un maestro de compañeras obedientes), por la actriz Allison Mack, quien fue condenada el pasado junio a tres años de prisión por liderar esa filial junto con Lauren Salzman.
«Esas personas parecían tenerlo todo resuelto»
«Tenía yo 19 años cuando fui reclutada por miembros de una secta llamada NXIVM», recordó la denunciante, y añadió que en aquel momento se sentía «sin dirección» y «mal preparada para la vida independiente», por lo que «buscaba una orientación». «Pensé que necesitaba saber ciertas cosas sobre mí misma para avanzar con mis metas y sueños», dijo, y creyó entonces que esa organización podría guiarla para «ser más fuerte y más capaz» de iniciar una pequeña empresa propia y ayudarla en su propio «autodescubrimiento».
Al recordar su experiencia, Oxenberg afirmó que no le fue difícil «confiar en ellos» al principio. «Esas personas parecían tenerlo todo resuelto», explicó al medio. «Eran inteligentes, exitosos y carismáticos. Eran todo lo que yo quería para mí. Poco sabía, en aquel momento, que esa fachada era uno de los muchos productos y empresas de consumo que se utilizan para atraer, captar y reclutar nuevos miembros», agregó.
«Los reclutas estaban desprotegidos y eran maleables, pero también eran personas que aportaban valor», dijo. «Lo más complicado de todo era que, desde fuera, mucho de aquello podía pasar como una empresa normal, aparentemente legítima, con quizá algunas prácticas no convencionales».
Cualquiera puede ser vulnerable a la manipulación
Oxenberg sostuvo que «fue preparada por el líder de NXIVM», Keith Raniere, a través de sus miembros de mayor rango y recibió «la educación que ellos enseñaban». «No fue hasta que entré en el grupo de mayor control que él realmente tuvo acceso sexual a mí, debido al chantaje y el ‘grooming’ hecho por Allison Mack», detalló. «Eso me convirtió en un blanco más fácil para ese tipo de abuso, porque él sabía que yo no quería ni podía decirle nada a nadie. Dos de esos años los pasé en un círculo interno aún más controlado dentro de la organización, que mantenía el secreto mediante el chantaje, la extorsión y la desestabilización de sus víctimas o reclutas, hasta el punto de que éramos incapaces de tomar decisiones propias y sensatas», declaró.
La mujer subrayó que espera que su historia sirva de ejemplo de cómo cualquiera puede ser vulnerable a la «manipulación». «Cuando alguien intenta coaccionarte, es difícil ver la realidad de la situación, estás condicionado (…) para cuestionar tus propios instintos», dijo.
«Esto crea confusión y caos, y resulta difícil saber en quién confiar cuando la persona principal –tú mismo– ya no es un lugar seguro al que volver. Todo tu mundo se convierte en apoyo para las mentiras de los perpetradores, mientras ellos intentan disminuir tu valor y confianza en tu capacidad para tomar decisiones fuera de las mentiras que te están contando», añadió.
Oxenberg apuntó que, en su caso, los líderes de la secta trataron de «normalizar el sexo y la intimidad» como parte de sus «deberes» con el grupo, diciéndole que sus problemas tenían que ver con la intimidad y que «no tenía la opción de no ‘completar la tarea'».
«Cuando el abuso ocurre, no es tu culpa»
Según aseveró la víctima, actualmente se encuentra en un camino de curación. Reveló que después de dejar NXIVM y procesar sus experiencias, hubo momentos en los que sintió «vergüenza y culpa», «emociones a las que se enfrentan muchos supervivientes después de sufrir abusos o violencia sexual».
La mujer detalló que una de las cosas más importantes que ha aprendido, y que quiere compartir, es que «cuando el abuso ocurre, no es tu culpa». «No importa lo que lleves, en quién confíes, si bebes o estás en una fiesta, no hay nada que puedas hacer para merecer experimentar la violencia. La vergüenza, la culpa y el reproche son siempre de los agresores», destacó.
«Tanto si has sufrido violencia sexual en el campus de tu universidad como si te ha ocurrido con un grupo de confianza de la comunidad, no es culpa tuya, y es importante que te cuides después de haber sufrido un trauma. Ya sea que haya ocurrido recientemente o hace años, el autocuidado puede ayudarte a enfrentar los efectos a corto y largo plazo de un trauma como la agresión sexual», concluyó.
¿Qué es NXIVM?
Fundada en 1998 por Keith Raniere y Nancy Salzman, la secta NXIVM pretendía ser una organización de ‘marketing multinivel’ que ofrecía cursos y seminarios de desarrollo personal y profesional. Desde los años 90, se estima que alrededor de 16.000 personas han participado en sus diferentes «programas de capacitación».
La mayoría de ellos tomaron cursos que efectivamente los ayudaron a superar problemas psicológicos. Sin embargo, otras personas, al involucrarse más profundamente en NXIVM, acabaron renunciando a sus carreras, amigos y familias para convertirse en fieles seguidores de su líder, Keith Raniere, conocido dentro del grupo como ‘Vanguard’ o ‘Grandmaster’.
En 2018, después de varios intentos fallidos de exmiembros para iniciar un proceso legal contra Raniere, se abrió finalmente una investigación basada en denuncias de tráfico sexual, conspiración para trabajo sexual y conspiración para trabajo forzado en contra de mujeres. El gurú fundador de la organización huyó a México, pero allí fue detenido, deportado a EE.UU. y, en octubre del 2019, sentenciado a 120 años de prisión.
Durante la investigación, que duró más de año y medio, la Justicia estadounidense acumuló también información exhaustiva sobre los delitos de otros miembros de alto rango de la secta, que «fueron conscientes y facilitaron el comportamiento delictivo» del líder del grupo.
Uno de ellos era Clare Bronfman, hija del multimillonario Edgar Bronfman, expresidente de la compañía canadiense Seagram, quién fue sentenciada en 2020 a seis años y nueve meses de prisión. Mientras, Lauren Salzman, líder de alto rango de DOS, fue condenada a cinco años de libertad condicional y 300 horas de servicio comunitario, tras evitar una sentencia mucho mayor gracias a su colaboración con las autoridades.
NXIVM tiene representación en México, donde opera a través de ‘Executive Success Programs’ (ESP o Programas de Éxito Ejecutivo, en español). RT