El histórico segundo juicio político en contra de Donald Trump inició el martes con un video en el que se ve al expresidente alentando a una multitud a marchar hacia el Capitolio y “luchar con todo” en contra de su derrota electoral, seguido de imágenes gráficas del letal ataque que se suscitó poco después en la sede del Congreso.
En una prueba inicial para la defensa del exmandatario, el equipo de Trump fracasó en un crucial intento de suspender el juicio político bajo el argumento de constitucionalidad. En una votación de 56-44, los senadores confirmaron su jurisdicción en el juicio, el primero a un presidente que ya no está en funciones. A pesar de que seis senadores republicanos votaron junto con los demócratas a favor de realizar el procedimiento, el total dejó claro que los fiscales enfrentan una tarea difícil para lograr una condena, que requiere de dos terceras partes del Senado, es decir, 67 senadores.
La votación del martes fue para decidir si se podía juzgar a un presidente después de dejar el cargo.
Los representantes demócratas que fungen como fiscalía dijeron a los senadores que presentarán “hechos duros y fríos” en contra de Trump, quien está acusado de incitar un asalto al Capitolio federal con el objetivo de revertir su derrota electoral ante el demócrata Joe Biden.
Los senadores que fungen como jurado, muchos de los cuales se vieron obligados a resguardarse ese día, observaron el video en el que la turba se abre paso entre los policías para irrumpir en el recinto, algunos de ellos ondeando banderas de Trump.
“Ese es un delito y falta grave”, declaró el representante demócrata Jamie Raskin en sus argumentos iniciales. “Si esa no es una ofensa punible con juicio político, entonces no existe tal cosa”.
Trump es el primer presidente de Estados Unidos en enfrentar cargos de juicio político después de dejar el cargo y el primero en ser sometido a dicho proceso en dos ocasiones. El asalto al Capitolio sorprendió al mundo luego de que cientos de inconformes entraron en el edificio para intentar frenar la certificación del triunfo de Biden, un ataque interno a la sede del gobierno nacional como ningún otro en la historia del país. Cinco personas murieron durante el incidente.
Es probable que Trump sea absuelto, pero el juicio pondrá a prueba la actitud de la nación frente a esa clase de poder presidencial, la determinación de los demócratas para juzgarlo y la lealtad de sus aliados republicanos para defenderlo.
Los abogados de Trump insisten en que no es culpable del único cargo que enfrenta de “incitar a una insurrección”, y que sus palabras simplemente fueron una figura retórica mientras alentaba a la multitud a “luchar con todo” por su presidencia. Pero los fiscales afirman que “no tiene una buena defensa” y prometen nuevas evidencias.
Los filtros de seguridad continuaban siendo sumamente estrictos en el Capitolio el martes, un lugar que quedó transformado tras el ataque, cercado con alambre de púas y vigilado por la Guardia Nacional. Los nueve fiscales de la Cámara de Representantes atravesaron el recinto para exponer su caso ante el Senado.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki dijo que Biden no verá el juicio político a su predecesor.
“Joe Biden es el presidente, no es un experto, no opinará sobre el intercambio de argumentos”, declaró. AP