El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, dejará su cargo el próximo 23 de diciembre, según anunció en una carta que publicó el presidente saliente, Donald Trump, con el que ha mantenido una tensa relación.
«Acabo de tener una reunión muy agradable con el fiscal general Bill Barr en la Casa Blanca. Nuestra relación ha sido muy buena, ¡ha hecho un trabajo excelente! Según la carta, Bill se irá justo antes de Navidad para pasar las vacaciones con su familia», dijo Trump en el tuit.
El mandatario también anunció que el actual vicefiscal general, Jeff Rosen, asumirá las riendas del Departamento de Justicia en ausencia de Barr, mientras que Richard Donoghue ascenderá a número dos.
Rosen ocupará el cargo de fiscal general interino por poco menos de un mes, ya que el presidente electo, Joe Biden, asumirá el poder el 20 de enero.
En su carta de despedida, Barr no detalló los motivos de su marcha a menos de un mes de tener que dejar el poder y se limitó a decir que destinará la próxima semana a cerrar asuntos pendientes antes de dejar el cargo el 23 de diciembre.
El todavía fiscal general tuvo palabras de agradecimiento con Trump, al que alabó por sus logros en la Casa Blanca.
«Me siento muy honrado de que (Trump) me eligiese para servir a su Administración y al pueblo estadounidense una vez más como fiscal general. Estoy orgulloso de haber desempeñado un papel en los muchos éxitos y logros sin precedentes que ha logrado para el pueblo estadounidense», dijo Barr en la carta.
Pese a este tono conciliador mutuo, Trump ha sido muy crítico en público en las últimas semanas con su fiscal general a raíz de cuestiones legales derivadas de las elecciones presidenciales, cuyo resultado el mandatario no ha aceptado.
A Trump le molestó que Barr descartase la existencia de un fraude electoral generalizado, al que él se aferra para negar la victoria de Biden, y también el hecho de que no informase durante la campaña electoral de que el Departamento de Justicia tenía abierta una investigación contra Hunter Biden, uno de los hijos del presidente electo.
Según medios locales, la relación entre ambos era tensa y prácticamente inexistente desde hacía semanas.
Barr, de 70 años, fue fiscal general de Estados Unidos entre 1990 y 1991 durante la presidencia de George Bush padre, un cargo que volvió a ocupar a principios de 2019 después de que Trump despidiese a su predecesor en el cargo, Jeff Sessions.
Aunque en un principio la relación con Barr pareció mejor que con Sessions, también estuvo marcada por los intentos de intromisión de Trump en el Departamento de Justicia. EFE