Amanda Coats, una mujer de 44 años, originaria de Melbourne, Australia, fue a un centro de estética para realizarse un microblanding, un tratamiento para rellenarse o pigmentarse las cejas. Sin embargo, su rostro terminó muy distinto a como ella lo imaginaba.
Coats contrajo una infección que le provocó terribles heridas.
De acuerdo al Daily Mail, la australiana declaró que «nunca se había hecho este procedimiento, así que no sabía qué esperar. Durante el proceso, la mujer notó que la encargada estaba apresurada e intentaba atender a otras personas al mismo tiempo.
Al día siguiente, Amanda se levantó y vió que su piel se había caído sobre la almohada. «Estaba roja e hinchada. Fui al médico inmediatamente por el dolor. Sentí que alguien se estaba comiendo mi piel», declaro Coast.
Por parte de la clínica estética, le aseguraron que le reembolsarán el gasto del microblanding. Sin embargo, Amanda está preocupada por las cicatrices que le quedarán.
Con el fin de alertar a otras personas, la mujer decidió contar su experiecia. En tanto, desde la clínica declararon que «probablemente le dio alergia la tinta o que no siguió bien los consejos del doctor, ya que ellos cumplen con los reglamentos de salud».