El ejército israelí confirmó que bombardeó la Franja de Gaza y justificó su acción diciendo que fue en respuesta al lanzamiento de unos globos llenos de helio que llevaban dispositivos incendiarios. Todo esto ocurrió luego de que aumentaran las tensiones con una marcha ultranacionalista cerca de Ciudad Vieja, Jerusalén, en el barrio de mayoría musulmana.
Luego de 11 días del cese al fuego, los ataques transfronterizos se reanudaron. El Ejército de Israel bombardeó la Franja de Gaza y la ciudad sureña de Khan Younis en la madrugada del 16 de junio (hora local). En un comunicado, las fuerzas armadas dijeron que su objetivo fueron los recintos de Hamas y planteó que están listos “para todos los escenarios, incluida la reanudación de los combates frente a los continuos actos terroristas que emanan de Gaza”.
En el documento, se refieren al lanzamiento desde Gaza de globos llenos de helio que iban atados a materiales incendiarios. El cuerpo de bomberos israelí aseguró que estos causaron 20 incendios en campos abiertos en comunidades cercanas a la frontera.
Por su parte, un portavoz de Hamas confirmó los bombardeos por parte del Ejército israelí y sostuvo que ellos continuarán con su “valiente resistencia y defenderán sus derechos y lugares sagrados” en Jerusalén.
Los hechos ocurren horas después del nuevo capítulo de las tensiones entre israelíes y palestinos. La razón: una marcha de judíos ultranacionalistas portando banderas de Israel en Ciudad Vieja, Jerusalén Este, para llegar al Muro de las Lamentaciones –el máximo lugar de culto del judaísmo– en este evento anual.
Cerca de la Puerta de Damasco se podía ver a manifestantes ondeando banderas de Israel mientras la multitud coreaba a gritos «la nación de Israel está viva» y amenazas xenófobas como «¡muerte a los árabes!».
«Están creando un gran problema en Jerusalén. Toda la gente de aquí quiere paz, ¿por qué crean problemas aquí?», dijo Khalil Mitwani, un palestino de 50 años sentado frente a un cordón policial a la agencia ‘Reuters’.
La marcha, programada inicialmente para el 10 de mayo, tuvo que ser aplazada por la alerta de bombardeos de Hamas, un episodio que anteriormente fue el detonante de la confrontación entre ambos bandos. En ese entonces, Hamas disparó cohetes de largo alcance contra Jerusalén, interrumpiendo la marcha y desencadenando el conflicto, que se cobró más de 250 vidas palestinas y 13 israelíes.
Los israelíes se han opuesto rotundamente a esta marcha desde su anuncio ya que perturba la tensa calma que vive la región tras 11 días de enfrentamientos entre fuerzas israelíes y el brazo armado del movimiento Hamas el mes pasado. Y en efecto las tensiones terminaron escalando con los nuevos bombardeos.
Por su parte, ante la celebración de la «Marcha de las banderas», Hamas ya ha movido ficha: ha convocado un «Día de la Ira» en su contra. «Que el próximo martes sea un día de movilización y unión hacia la mezquita de Al-Aqsa, un día de ira y de desafío al ocupante israelí», dijo en un comunicado el grupo armado.
Los palestinos consideran este evento de la extrema derecha como una provocación por su recorrido por Ciudad Vieja, zona de mayoría musulmana en la ciudad. Hamas ha instado a los palestinos a manifestarse, pero por el momento no se ha registrado lanzamiento de cohetes contra los territorios israelíes.
No obstante, ante la posibilidad el Gobierno israelí ha ampliado sus medidas de seguridad y está en alerta. Según medios locales, el Ejército israelí ha desplegado las fuerzas aéreas para protegerse de posibles ataques desde Gaza.
Una tensión que pone a prueba el recién estrenado Gobierno de coalición
Este episodio pone contra las cuerdas al recién estrenado Gobierno de coalición, encabezado por el ultranacionalista Naftali Bennett, el nuevo primer ministro que releva a Netanyahu tras más de 12 años en el poder.
La nueva coalición política es difícil de manejar: aúna a la extrema derecha, a la izquierda, al centro y –por primera vez– a un partido árabe independiente. Distintas fuerzas que tienen poco en común y cuyo principal deseo es evitar el retorno de Netanyahu como mandatario.
No ha sido necesaria ni una semana de gobierno para acusar las marcadas diferencias dentro de la coalición. Bennet dio el visto bueno a la «Marcha de las banderas», ya que su cancelación habría expuesto al nuevo primer ministro y a otros miembros de la derecha a intensas críticas por parte de quienes la consideran como una capitulación frente a Hamas.
Pero esta decisión no ha sido bien recibida por algunos socios del Gobierno. Mansour Abbas, líder del partido árabe Raam –parte de la coalición del Ejecutivo–, aseguró que la marcha era «un intento de incendiar la región con fines políticos» e hizo un llamado a no escalar las tensiones, para evitar otro conflicto como el del 10 de mayo.
Pero, a pesar de los llamados conciliadores, ya se han difundido imágenes que acusan enfrentamientos entre la policía israelí y algunos palestinos que se resistieron a abandonar partes del recorrido de la manifestación. Al menos 17 palestinos han sido detenidos durante la jornada. Y se esperan más disturbios, con más de 2.000 agentes de policía desplegados en la ciudad.
Y es que este evento reabre heridas históricas. En él se reivindica la soberanía israelí sobre la Ciudad Santa, y se conmemora lo que consideran como la «reunificación» de la urbe en 1967, que para los palestinos marca el inicio de la ocupación. Un día muy distinto para las dos regiones, muchos judíos lo viven cada año con orgullo nacional; mientras que para los palestinos es un día de lamentación.
Inicialmente, los organizadores convocaron el desfile para el pasado jueves, pero se decidió mover al martes por temor a que estallara la tensión en un momento de transición política en Israel.
No obstante, Bennett advirtió que no vacilará ante un nuevo ataque de Hamas y señaló que los ataques podrían ser «el detonador de una nueva batalla».
Con la decisión gubernamental de permitir la marcha, Tor Wennesland, enviado de Naciones Unidas a la región, mandó un mensaje conciliador en el que pedía que ambas partes se abstuvieran de comportamientos violentos.
Tensions r rising again in Jerusalem at a very fragile & sensitive security & political time, when UN & Egypt are actively engaged in solidifying the ceasefire. Urge all relevant parties to act responsibly & avoid any provocations that could lead to another round of confrontation
— Tor Wennesland (@TWennesland) June 14, 2021
«Insto a todas las partes relevantes a actuar de manera responsable y evitar cualquier provocación que pueda conducir a otra ronda de confrontación», dijo el miembro de Naciones Unidas a través de redes sociales.
Pero lo cierto es que el evento ya ha generado muchos roces y podría quebrar la tregua entre israelíes y palestinos.
Protestas de los palestinos en Gaza
Cientos de palestinos se reunieron este 15 de junio en la Franja de Gaza para protestar en contra de la «Marcha de las banderas», que ellos consideran como el día de la ocupación judía de sus tierras.
Según la agencia EFE, los militares israelíes intentaron dispersar a la multitud con gas lacrimógeno y munición real contra aquellos que se acercaban a la valla de frontera, aunque, por el momento, no se han reportado heridos.
«Lanzaremos globos y quemaremos neumáticos en el área fronteriza en protesta por la ‘marcha de las banderas’ israelíes en Jerusalén», dijo una de las organizaciones palestinas –conocidas como «perturbadoras nocturnas»– a través de un comunicado, que llamaba a celebrar protestas nocturnas cerca de la frontera con los territorios israelíes.
En Gaza se lanzaron globos con contenido inflamable que, según los bomberos israelíes, provocaron al menos 20 incendios en comunidades israelíes cercanas a la frontera vallada con el enclave.
El primer ministro Bennett ha amenazado con represalias ante estos globos inflamables, según medios de comunicación locales.
En medio del momento de alta tensión, el nuevo primer ministro recordó que «todo el mundo está viendo lo que sucede aquí», en una entrevista el pasado martes. También instó a evitar la confrontación y la escalada de la violencia en un conflicto que aún vivo y que la esfera internacional sigue de cerca.
Con información de EFE, Reuters y medios locales