La xenofobia en Latinoamérica aumentó luego de que ciudadanos venezolanos decidieran huir de la crisis política, económica, social y humanitaria que azota a la nación caribeña.
Ahora en Perú, algunos restaurantes han optado por aplicar una medida insólita y degradante para evitar que algunos clientes (venezolanos) se vayan sin pagar y la misma consta de encadenarlos hasta que paguen su consumo. Una técnica que -para muchos- es bastante primitiva y abusiva.
Según reseñó La Patilla, el joven, quien fue víctima de xenofobia, se mantuvo en el anonimato por temor a represalias. En su relato él afirma que “no supo lo que le estaban colocando en la pierna hasta que ya estaba puesto” y, ante ello, tomó fotografías para dejar constancia del vil acto que cometieron en su contra.
El venezolano no comió, solo pagó y se marchó. Tampoco quiso mencionar el nombre del restaurante hasta que arregle su estatus migratorio.
ACÁ TODO:
https://twitter.com/lemartinezp/status/1135190503534862336
Cabe resaltar que, los actos discriminatorios en contra de los connacionales son la respuesta a la llegada de ciudadanos que no se han comportado de la mejor manera en Perú, motivo por el cual pagan “justos por pecadores”.
Pero, encadenar a un venezolano no es una solución viable para controlar la migración de criollos a países sudamericanos. El acto de “atar” involuntariamente a una persona atenta contra la dignidad del individuo y pone en riesgo su integridad física. Los venezolanos son personas trabajadoras, honradas y con valores muy marcados en su sociedad.