El número de víctimas mortales de la gran deflagración de gas acontecida el pasado jueves en Lima se elevó este miércoles a 16 fallecidos, entre ellos un venezolano, informó el Ministerio de Salud en un comunicado.
Joaquín Ambrosio, de 27 años, fue hasta ahora el último en perecer de los más de 50 heridos que dejó la deflagración ocurrida por una masiva fuga de gas licuado de petróleo de un camión cisterna.
El hombre permanecía internado desde hace seis días con graves quemaduras en el Hospital Loayza, de Lima, uno de los centros médicos que recibió a las decenas de heridos que dejó el accidente.
Seis menores fallecidos
De los 16 fallecidos, solo uno murió en el lugar de los hechos mientras que los quince restantes perecieron en los hospitales donde son tratados por quemaduras de segundo y tercer grado, algunos con casi la totalidad del cuerpo afectado.
Entre los occisos hay seis menores cuyas edades oscilan entre los 3 y 17 años, mientras que los demás son cuatro hombres, uno de ellos venezolano; y seis mujeres, una de ellas embarazada con ocho meses de gestación.
31 heridos siguen en hospitales
Hasta ahora permanecen hospitalizadas 31 personas, entre ellas diez menores de edad, mientras que otros once fueron dados de alta esta semana.
Para su tratamiento, el Ministerio de Salud recibió el pasado lunes una donación del Gobierno de Brasil de 18.000 centímetros cuadrados de piel humana para ser implantada en los heridos.
El Director General de Donaciones, Trasplantes y Bancos de Sangre (DIGDOT) del Ministerio de Salud, Juan Antonio Almeyda, explicó en un comunicado que la piel humana es lo mejor para la cura quirúrgica de los pacientes porque tiene mayor duración en el paciente, pero advirtió que hará falta más tejido similar.
Extensa Deflagración
La tragedia se produjo cuando un camión cisterna cargado de gas licuado de petróleo sufrió una fisura al pasar por un gran bache que hizo fugarse de manera masiva la carga que llevaba, inundando de gas toda una calle en cuestión de segundos mientras el conductor intentaba controlarlo de manera desesperada.
El gas se tornó poco después en una enorme lengua de fuego cuando a decenas de metros de distancia del camión un vecino de la zona encendió aparentemente el motor de su automóvil, lo que inició la enorme deflagración que asoló una manzana entera, sin que prácticamente nadie que estaba en el lugar pudiese huir.
El accidente ocurrió en una gran avenida del populoso distrito de Villa El Salvador, ubicado en el sur de Lima, donde también dejó cuantiosos daños materiales y viviendas destruidas y afectadas. EFE